Como plantas

Las plantas necesitan tres cosas esenciales para vivir: Agua, luz del sol y alimento de la tierra. Sin alguna de esas tres cosas las plantas no viven, o viven muy poco.
Las personas humanas tambien necesitamos esas tres cosas para vivir:
Agua de vida, fuego del cielo, y alimento que nos haga crecer. Pero debemos estar muy atentos a qué tipo de agua, fuego y tierra queremos.

El agua nos quita la sed pero, si nos falta, acabamos muriendo, y si tenemos mucha podemos ahogarnos. Vamos a ver que pone la Biblia sobre el agua:
"...el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás..."
Juan 4:14
Jesus dice que la vida que da él no sólo es suficiente, sino que "no nos da sed", és plena y basta para nosotros.

El fuego da calor pero, si nos acercamos mucho acabamos quemados, y si se apaga podemos acabar muertos de frio. Hay un fragmento en las escrituras, en la que narra la totalidad de la venida del espíritu santo. Lo encontramos en Hechos 2:3 :
"...y se les aparecieron lenguas de fuego, asentandose sobre cada uno de ellos..."
El fuego divino es agradable. No quema ni te deja frio. És el calor que nos une como hermanos, en la Biblia dice "alli donde estan dos o tres congragados en mi nombre, yo estoy en medio de ellos" (Mateo 18:20). Ése es el calor y el fuego divino.

Por úlimo el alimento. Si no tenemos nada que comer, morimos, y comer mucho nos hace caer en una indigestión. ¿Cual és el alimento perfecto?
"Escrito está: no solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios"
Lucas 4:4
El alimento claro y necesario para el hombre és la palabra, que devemos pedir cada día (acordemonos del padre nuestro: "el pan nuestro de cada día danoslo hoy").

Por supuesto que estos conceptos no son literales. Pero hay que saber entender lo que estoy intentando decir. Porque verdaderamente en este mundo hay agua, fuego y alimento que nos sacian y nos llenan, pero són los que acaban matándonos.
Debemos vivir una vida plena en Dios, en todos los aspectos, porque el mundo tiene cosas que nos llenan, y que pareces a las antes mencionadas. Pero acaban quemandonos, ahogandonos y empachandonos.

Que Dios nos bendiga, y pidámosle a Él el agua, el calor y el alimento que necesitamos cada día.