Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello; pues haciendo esto, á ti mismo salvarás y á los que te oyeren
(1a Timoteo 4:16)
Estos dias he estado en un retiro en Rosas con la iglesia de Barcelona y Terrassa y hemos tratado los 3 días este versículo, profundizándolo desde diferentes vertientes.
El punto que más me llamó la atención es el que compartió Ferran, el cual trataba sobre tener cuidado de la doctrina.
Este punto trataba sobre lo importante que es no solo tener una bases doctrinales claras y fieles conforme a la Palabra sino que esas bases sean reales en nuestras vidas. Tener cuidado no solo significa cuidar cada detalle de la Palabra, y tener grandes tesis sobre eso. Claro, también es eso pero incluye algo más, incluye una vivencia. Hace falta destacar que doctrina significa enseñanza.
En el campo del magisterio (lo digo por experiencia) te enseñan que la primera gran ley de la didáctica es el testimoniaje del maestro. ¿Qué quiere decir eso? que el maestro debe predicar con lo que explica, debe ser coherente y consecuente con ello, sinó a los niños no podemos pedirles que hagan tales cosas. Pasa algo parecido con la doctrina. Ésta debe ser entendida y practicada, sinó, por muy fiel y muy parecida a las escrituras que sea, será inútil que intentemos hablarles a la gente sobre esto, ya que en nosotros no se manifestará tal realidad que decimos que tenemos.
Simplemente este pequeño pensamiento.
Dios les bendiga y que aprendamos a tener una buena doctrina, la cuál implica testimoniaje
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