Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. (38) Este es el primero y grande mandamiento. (39) Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. (40) De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.
Mateo 22:37-40
Amor, de eso es de lo que estaba hablando el Señor en esta parte de su ministerio en la tierra.
Pero ya desde buen principio Dios había hecho prevalecer el amor por encima de todas las cosas, Él nos creó por amor. Por amor a Él primeramente (como vemos en el primer mandamiento descrito por Jesús) y luego por amor a nosotros (segundo mandamiento que cita Jesús, amar a tu prójimo).
Luego también vemos el amor en la muerte de Jesús en la cruz en rescate por muchos pecadores como yo mismo y otros.
Y a mi me impactaba esto, realmente no somos NADA sin amor, sin El Amor de Dios, que es el único y verdadero. Ya lo dice Pablo en la primera carta a los Corintios, capítulo 13. Por muchas habilidades, dones y sabiduría que tenga, si carezco de amor todo esto no sirve para nada.
Sirvamos al Señor por amor a Él y en amor, confiemos en Él en amor, sirvamos a nuestros prójimos también con el amor que Dios nos ha dado y, en definitiva, miremos cada día más y más a Jesús para que nos llene de ese amor con el que debemos estar llenos.
Pues en amor y gozo, que el Señor os bendiga de todo corazón.
Alabado sea Su nombre por siempre
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