Salmo 63
63:1 Dios, Dios mío eres tú;
De madrugada te buscaré;
Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela,
En tierra seca y árida donde no hay aguas,
63:2 Para ver tu poder y tu gloria,
Así como te he mirado en el santuario.
63:3 Porque mejor es tu misericordia que la vida;
Mis labios te alabarán.
63:4 Así te bendeciré en mi vida;
En tu nombre alzaré mis manos.
63:5 Como de meollo y de grosura será saciada mi alma,
Y con labios de júbilo te alabará mi boca,
63:6 Cuando me acuerde de ti en mi lecho,
Cuando medite en ti en las vigilias de la noche.
63:7 Porque has sido mi socorro,
Y así en la sombra de tus alas me regocijaré.
63:8 Está mi alma apegada a ti;
Tu diestra me ha sostenido.
63:9 Pero los que para destrucción buscaron mi alma
Caerán en los sitios bajos de la tierra.
63:10 Los destruirán a filo de espada;
Serán porción de los chacales.
63:11 Pero el rey se alegrará en Dios;
Será alabado cualquiera que jura por él;
Porque la boca de los que hablan mentira será cerrada.
Maravilloso salmo. David sabía lo que era tener, realmente, una relación con Dios. Pocos tenemos ese deseo y esa sed por Él.
"Si las cosas te van bien estás contento, te centras en ti, en tu bienestar, y piensas que ahora no necesitas a Dios, que ya te acercarás en otro momento. Pero te olvidas de que Dios está ahí, esperando a que le abraces, a que le cuentes qué cosas maravillosas estás viviendo, que se lo agradeces, que nada ha cambiado entre vosotros y que tu vida sigue estando en sus manos. Sin embargo llega un día en el que todo se vuelve gris, las cosas ya no van tan bien como antes, te envuelves en tu tristeza y preocupación, y piensas: “Necesito refugiarme, la tormenta es demasiado fuerte y no puedo resistirla.” Entonces te acuerdas de aquella paz especial, de aquel calor genuino, de aquella brisa primaveral... y exclamas: ¡Señor!, ¿dónde estás? ¿Es que no te das cuenta de que te necesito?” Y Él se acerca a ti y te dice: “Llevo tanto tiempo deseando oírte hablar… ¿Por qué has tardado tanto?, ¿Es que ya no me amas?” Y lloras, y no puedes parar, te das cuenta de que has malgastado tu tiempo porque no lo has compartido con Aquel que te ama más que nadie. Y la paz vuelve; nada ha cambiado, los problemas no se han ido, pero no puedes dejar de sonreír. Vuelves a sentir ese Gozo que viene de Él y no de nada externo; el Gozo de su Presencia."
Bendiciones!! ^^
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