Hermanos y amigos, hoy, en mi iglesia hemos disfrutado del bautismo de tres jóvenes hermanos y amigos míos: Leticia, Abigail y Lucas. Pronto pondremos (si Dios quiere) la predicación que ha habido en ese bautismo, el cuál ha sido de mucha bendición para todos, y, sobretodo a mí, me ha ayudado mucho.
De momento, querría dejar estos versículos que son los que ha compartido el predicador y Lucas en su testimonio:
¿PUES qué diremos? Perseveraremos en pecado para que la gracia crezca?
En ninguna manera. Porque los que somos muertos al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?
¿O no sabéis que todos los que somos bautizados en Cristo Jesús, somos bautizados en su muerte?
Porque somos sepultados juntamente con él á muerte por el bautismo; para que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida.
Porque si fuimos plantados juntamente en él á la semejanza de su muerte, así también lo seremos á la de su resurrección:
(Romanos 6:1-5)
Siempre es de mucho gozo cuando jóvenes muestran delante de todos que quieren tener una vida entregada al Señor y, de una manera u otra, nos vuelve a todos en el momento en que creímos en Dios, en ese momento en el que fuimos bautizados (sacados de muerte a vida).
Pensemos en el primer versículo: ¿perseveraremos en el pecado para que la gracia crezca? Cada uno debe responder individualmente. Si somos muertos en la carne, como nos dice el apóstol Pablo, y vivimos en el Espíritu la respuesta es evidente, pero pese a ser tan evidente, lo olvidamos tantas veces.
Hermanos, que Dios nos ayude a que no olvidemos en ningún momento lo que Dios ha hecho con nosotros y, si hemos creído en Él, no pequemos para que la gracia augmente, sinó que intentemos pecar menos cada vez y eso, por nosotros mismos es imposible, sólo Dios puede hacerlo en nosotros así pidámoselo para vivir en lo Único que vale la pena en esta vida, a Cristo.
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