Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.
1 Corintios 4:1,2
Hoy por la mañana hemos ido al hospital evangélico de Barcelona a cantar con los abuelitos y también se ha predicado algo de la Biblia. Ha estado muy bien, la verdad es que es una experiencia muy bonita ver como los abuelos reciben lo que Dios les dice tan abiertamente y con tantas ganas e inquietudes.
Luego por la tarde, después de haber comido todos los jóvenes juntos en la iglesia de Maragall (Barcelona) hemos asistido a la reunión de la tarde en esa misma iglesia. Y la introducción a la reunión ha estado basada en estos dos versículos.
Hay dos cosas que creo que son importantes aquí: primero la visión que tienen que tener las personas no creyentes de nosotros. Este concepto de servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. Y eso no es algo que tengamos que forzar, si somos cristianos genuinos y comprometidos con Dios se verá automaticamente.
Y aquí entramos a la segunda cosa que me llama la atención: al final del segundo versículo hay un requisito: que cada uno, cada administrador, sea hallado fiel. No soy yo, ni Jordà, ni Lidia, ni este ni otro, cada uno, o sea todos los creyentes si no somos fieles, poco se nos va a notar creyentes. Así que quería remarcar esto que nos acordemos que estamos llamados a ser fieles a Dios, aunque nos cueste, a mí me cuesta mucho serle fiel, espero que a vosotros no tanto, pero esta es la clave que nos requeiere el Señor. Si bien, somos creyentes, peor ahora seamos fieles a nuestro llamado, a nuestra decisión.
Pues que tomemos conciencia de ello y tomemos conciencia de siervos también, que eso es lo que nos llevará a saber ser fieles a través del sacrificio que muchas veces conlleva esta fideldiad.
Gracias a Dios por Su fidelidad que es inmutable y porque nos da la oportunidad de serle fieles para estar a Su lado.
Gloria a Dios y que el Señor os bendiga.
Luego por la tarde, después de haber comido todos los jóvenes juntos en la iglesia de Maragall (Barcelona) hemos asistido a la reunión de la tarde en esa misma iglesia. Y la introducción a la reunión ha estado basada en estos dos versículos.
Hay dos cosas que creo que son importantes aquí: primero la visión que tienen que tener las personas no creyentes de nosotros. Este concepto de servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. Y eso no es algo que tengamos que forzar, si somos cristianos genuinos y comprometidos con Dios se verá automaticamente.
Y aquí entramos a la segunda cosa que me llama la atención: al final del segundo versículo hay un requisito: que cada uno, cada administrador, sea hallado fiel. No soy yo, ni Jordà, ni Lidia, ni este ni otro, cada uno, o sea todos los creyentes si no somos fieles, poco se nos va a notar creyentes. Así que quería remarcar esto que nos acordemos que estamos llamados a ser fieles a Dios, aunque nos cueste, a mí me cuesta mucho serle fiel, espero que a vosotros no tanto, pero esta es la clave que nos requeiere el Señor. Si bien, somos creyentes, peor ahora seamos fieles a nuestro llamado, a nuestra decisión.
Pues que tomemos conciencia de ello y tomemos conciencia de siervos también, que eso es lo que nos llevará a saber ser fieles a través del sacrificio que muchas veces conlleva esta fideldiad.
Gracias a Dios por Su fidelidad que es inmutable y porque nos da la oportunidad de serle fieles para estar a Su lado.
Gloria a Dios y que el Señor os bendiga.
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