viernes, mayo 29, 2009

Al que ama, castiga

Porque al que ama castiga, Como el padre al hijo á quien quiere
(Proverbios 3:12)

Un dia en un paseo en el campo vieron a un pastor guiando a sus ovejas. Mientras ellos miraban con curiosidad notaron que el pastor llego a la orilla de un arroyito y quiso que las ovejas cruzaran pero estas se obstinaron a no pasar. El pastorcito entonces se acerco a una oveja que tenia dos corderitos a su lado y tomandolos en sus brazos paso el arroyo. Inmediatamente cruzo la madre y enseguida el resto de las ovejas.

Partiendo de este versículo y fijándonos en la anécdota vemos que somos sus hijos. Y como Padre nuestro, nos ama con un amor que no puede comprenderse. Y porque nos ama nos castiga.

¿Que padre, si ve que hacemos algo malo, que nos puede hacer mal a nosotros o a otras personas no nos castiga?

Si dijera: muy bien muy bien, sigue así, vete a saber donde acabaríamos los hijos ¿verdad?

Como dice el versículo anterior, No deseches, hijo mío, el castigo de Jehová; Ni te fatigues de su corrección. Realmente el castigo y la corrección de Dios son las que nos harán ser más sabios y, sobretodo, nos humillarán para que podamos cumplir la Voluntad del Padre en nuestras vidas.

Dios nos bendiga

jueves, mayo 28, 2009

Sin ver

Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor
(porque por fe andamos, no por vista);
pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor.
2 Corintios 5:6-8

Lo que quiero remarcar hoy es la fe. Estoy hablando del versículo 7. Podéis leeros el pasaje entero de Corintios, ya que el contexto es un poco diferente de hacia donde yo quiero ir. En resumen el contexto de esa porción de la Palabra és que tenemos un cuerpo celestial preparado, incorruptible, y que es muy difrente al actual. Este cuerpo nuevo esta en los cielos y mientras estamos aquí, en este cuerpo de carne, esperamos ausentes del Señor, de Dios, porque estamos aquí abajo, en la tierra para que nos entendamos.
Lo que me gusta es que dice que estamos confiados siempre, porque tenemos esa confianza en Dios, que es una fe, ya que no vemos lo que esperamos. O sea que creemos sin ver. Y ahí es donde quería llegar, a la fe. Tener fe implica creer, aun sin ver, a veces también sin sentir (sin guiarnos por sentimientos sinó por convicciones) y en definitiva esperar lo que no se ve, tener la convicción de lo que esperamos sin tener una certeza visual pero si una certeza de fe.

La fe cuesta, la fe es arriesgada para el que no tiene mucha, sin embargo para el que confia plenamente en Dios la fe es preciosa. Aunque a todos nos cuesta (creo yo) tomar decisiones de fe, tenemos el don o la ventaja que Dios siempre está ahí para confirmar nuestros pasos de fe. O sea que no vamos a creer y luego simplemente ya está, sino que Dios está ahí para alentarnos y sostenernos en ese camino que sabe que nos es difícil y como el padre que premia al niño cuando hace algo bueno Dios está ahí para premiarnos en el camino correcto (con bendiciones, regalos, dones, etc.).

Así que no temamos en fe, creamos sin ver y acabaremos teniendo la certeza de que Dios está ahí, con nosotros, aguantándonos. Pues si nos acercamos a Dios Él se acercará a nosotros.

enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

Mateo 28:20

Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros.
Santiago 4:8a

Toda la gloria sea para Dios.
Que Dios os bendiga.

martes, mayo 26, 2009

Resurrección

Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos ha regenerado en esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos.
(1a Pedro 1:3)

Muy brevemente, me llamaba la atención este versículo porque ayer hablaba con una compañera de la uni sobre este tema. Ella dice que no sabe en que creer y me preguntaba que creía yo. Le conté que yo creo que Dios nos creó y en la Cruz murió, cargando por mis pecados para darme la vida. En el momento que resucitó, venció a la muerte. Por su resurrección de los muertos. Y solo nos a salvado por su misericordia, porque nosotros por merecer no merecemos nada.

Ella también me decía que como le pido las cosas a Dios. Le decía que lo primero que debo hacer es darle las gracias por TODO porque solo por El tengo todo lo que soy.

Solo dejar claro esto, que somos salvos por su misericordia únicamente ya que nosotros no merecemos nada.

Dios nos bendiga
Dios nos bendiga

lunes, mayo 25, 2009

Proverbios

El que va por buen camino teme al Señor;
el que va por mal camino lo desprecia.
(Proverbios 14: 2)

Hay caminos que al hombre le parecen rectos,
pero que acaban por ser caminos de muerte.
(Proverbios 14:12)

El inconstante recibirá todo el pago de su inconstancia;
el hombre bueno, el premio de sus acciones.
(Proverbios 14:14 )

El simple todo lo cree;
Mas el avisado mira bien sus pasos.
(Proverbios 14:15)

Peca el que menosprecia a su prójimo;
Mas el que tiene misericordia de los pobres es bienaventurado.
(Proverbios 14:21)

¿No yerran los que piensan el mal?
Misericordia y verdad alcanzarán los que piensan el bien.
(Proverbios 14:22)

En el temor de Jehová está la fuerte confianza;
Y esperanza tendrán sus hijos.
(Proverbios 14:26)

Por su maldad será lanzado el impío;
Mas el justo en su muerte tiene esperanza.
(Proverbios 14:32)

La benevolencia del rey es para con el servidor entendido;
Mas su enojo contra el que lo avergüenza.
(Proverbios 14:35)

Hoy he estado meditando en el capítulo 14 de proverbios. Me parece un libro sumamente interesante en la Bíblia y os recmiendo que os lo leáis, seguro que lo disfrutais mucho y aprendéis muchas cosas de Dios.
He puesto algunos versículos que me han llamado la atención pero había otros muchos que también me encantaban. El capítulo es muy interesante y os recomiendo su lectura completa.

Solamente dejo los versículos ahí. Podéis meditar en ellos y sacar conclusiones y enseñanza ayudados por el Espíritu Santo. Espero que lo disfrutéis con la ayuda del Señor.

Que Dios os bendiga.

sábado, mayo 23, 2009

El todo del hombre

El fin de todo el discurso oído es este: Teme á Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.

Después de que Salomón compartiera acerca de que todo es vanidad, llega a un fin. Encuentra una solución a toda la vanidad, a todo aquello que no llena. La solución es el fin del discurso, es decir, temer a Dios y guardar sus mandamientos.

En este discurso se resume muy bien gran parte de la Palabra. La importancia de tener ese temor reverente a Su Santidad. No significa tenerle miedo, sino reverenciarle por su majestuosidad.

La enorme importancia de esto para cada ser humano: Esto es el todo del hombre (lit); es decir, con eso cumple el hombre todo su deber y en eso está toda su dicha; ésta es la respuesta al afán de felicidad que anida en el corazón del hombre.

Como conclusión decir que la única felicidad verdadera a la que puede llegar el hombre es mediante el temor de Dios y el guardar sus mandamientos, porque realmente este es el todo del hombre.

viernes, mayo 22, 2009

Rostro olvidadizo

Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.
Santiago 1:23-25

Me gusta mucho el símil que Santiago hace de nosotros, los hijos de Dios. Si solo somos oidores de la Palabra y no la hacemos (la Palabra es lo que Dios quiere que hagamos) pues nos estaremos engañando.
Es pues, la persona que tal hace, como este hombre de la foto, que se mira al espejo, considera como es, se mira, su nariz, su boca, sus ojos, todo, pero luego se va y se olvida de como era.
Eso nos puede pasar (a mi me pasa) de esta manera: estamos en oración con el Señor, muy bien, en comunión y llenos de su Espíritu en la intimidad, pero cuando ya es hora de mostrarle a los demás quien somos, como somos, lo que creemos, parece como si nos olvidáramos un poco de como éramos en ese espejo y muchas veces ni queremos recordar como éramos.
Esto es vivir dos vidas y por desgracia muchos creyentes tenemos este problema: ahora me acuerdo de quien soy, de que soy hijo de Dios, y ahora no porque no me interesa. En definitiva nos vamos y nos olvidamos de cómo eramos. Que gran problema para nosotros.

El contraste, la salvación para nosotros en este sentido es fácil. Mirar la perfecta ley de la libertad, pero ¿que es la perfecta ley de la libertad?. Bueno simplemente es lo que Dios quiere para nuestras vidas y que es lo que verdaderamente nos da libertad 100%. En el marco del nuevo testamento, desde que vino Jesús lo que quiere Dios es que acceptemos a Su Hijo como Rey y Salvador en nuestras vidas, para que nos pueda salvar de la perdición a la que vamos de cabeza sin Él. Y también nos dice el Señor, mediante Santiago aquí, que perseveremos en esta perfecta ley de la libertad, no solo escucharla y irnos (como el hombre del espejo que se va) sino acordándonos de ella, y haciéndola, poniendola en práctica en nuestra vida que es para eso para lo que está, para que nos sirva a nosotros, los pequeños e insignifcantes hijos de Dios a los que Él ama tanto, para poder vivir libres, felices, llenos de Su Espíritu y a Su lado durante siempre jamás.

que el Señor bendiga Su Palabra y a vosotros.
amén

jueves, mayo 21, 2009

Lucas

En el día de hoy quiero compartiros un devocional que leí de Lucas escrito por el hermano J.N. Darby. Espero que os guste.
"Me gustaría señalar que el estilo de Lucas, el cual puede hacer más fácil el estudio de este Evangelio al lector, presenta un conjunto de hechos en una afirmación por lo general corta, y luego se explaya en algún hecho aislado en donde son manifestados principios morales y la gracia
Muchos han intentado dar una explicación a aquello recibido a través del hilo histórico entre los cristianos, tal como fue relatado a ellos por los compañeros de Jesús. Lucas bien lo sabía –habiendo seguido estas cosas desde el principio y obtenido un conocimiento preciso respecto a ellos– para escribir metódicamente a Teófilo, a fin de que pudiera tener la certeza de aquellas cosas en las que Lucas había sido instruido. Es así que Dios ha provisto para la enseñanza de toda la Iglesia en la doctrina contenida en la figura de la vida del Señor, adornada por este hombre de Dios, quien, personalmente motivado por principios cristianos fue guiado e inspirado por el Espíritu Santo para el bien de todos los creyentes.

En el versículo 5, el evangelista comienza con las primeras revelaciones del Espíritu de Dios respecto a estos acontecimientos, de los que dependían totalmente la condición del pueblo de Dios y la del mundo, y en los cuales Dios iba a glorificarse para toda la eternidad.
Pero de pronto nos hallamos en la atmósfera de los sucesos judíos. Las ordenanzas judías del Antiguo Testamento, y los pensamientos y esperanzas que conllevaban, forman el marco en que este solemne acontecimiento tiene lugar. Herodes, rey de Judea, provee la fecha. Y es un sacerdote, justo y sin culpa, perteneciente a una de las veinticuatro clases, el que encontramos en los primeros pasos de nuestro camino. Su esposa era de las hijas de Aarón; y estas dos personas rectas caminaban en los mandamientos y ordenanzas del Señor (Jehová) sin mancha. Todo era correcto delante de Dios, conforme a Su ley en el sentido judío. Pero no gozaban de la bendición que cada judío deseaba: carecían de hijos. No obstante, ello era conforme, podemos decir, a los habituales propósitos de Dios en el gobierno de Su pueblo para consumar Su bendición al tiempo que manifestase la debilidad del instrumento –una debilidad que se llevaba toda esperanza según los principios humanos. Tal fue la historia de todas las Saras, las Rebecas, las Anas y muchas más, de quienes la Palabra nos da a conocer para nuestra enseñanza en los caminos de Dios.

Esta bendición era con frecuencia puesta en oración por parte del fiel sacerdote; pero hasta ahora la respuesta se había demorado. Sin embargo, en el momento en que ejercitaba su ministerio como de costumbre, Zacarías se acercó para quemar incienso, el cual, según la ley, había de subir como olor grato delante de Dios –un tipo de la intercesión del Señor–, y mientras el pueblo pedía fuera del lugar santo, el ángel del Señor se aparece al sacerdote a la derecha del altar del incienso. A la vista de este glorioso personaje, Zacarías queda atónito, pero el ángel le anima declarándole que él iba a ser el portador de buenas nuevas. Le anunció que sus oraciones, tanto tiempo dirigidas en balde a Dios, fueron concedidas. Elisabet concebiría a un hijo, y el nombre que llevaría sería «el favor de Jehová», una fuente de gozo y alegría para Zacarías. Su nacimiento sería ocasión para la acción de gracias de la mayoría. Pero esta concesión no fue meramente la del hijo de Zacarías. El niño fue la dádiva de Dios, y debería ser grande delante de Él. Debería ser nazareo, lleno del Espíritu Santo, desde el vientre de su madre: y a muchos de los hijos de Israel haría volver al Señor su Dios. Debería preceder al Señor en el espíritu de Elías, y con el mismo poder para restablecer el orden moral en Israel desde sus mismas raíces, para hacer volver a los desobedientes a la sabiduría de los justos y preparar a un pueblo para el Señor.

El espíritu de Elías fue un firme y ardiente celo para la gloria de Jehová, para el establecimiento o el restablecimiento de las relaciones entre Israel y Jehová. Su corazón estaba unido a este vínculo entre el pueblo y su Dios, conforme a la fortaleza y a la gloria de la misma unión, pero en el sentido de su condición caída y según los derechos de Dios en referencia a estas relaciones. El espíritu de Elías –aunque fuera la gracia de Dios hacia Su pueblo la que le envió–, era en cierto sentido un espíritu legal. Afirmaba los derechos de Jehová en juicio. Era la gracia abriendo la puerta al arrepentimiento, pero no a la gracia soberana de la salvación, pese a ser la vía preparada al respecto. Es en la fuerza moral de este llamamiento a arrepentirse que Juan es aquí comparado con Elías, al hacer regresar a Israel a Jehová. Y de hecho Jesús era Jehová.
Pero la fe de Zacarías en Dios y en Su bondad, no estuvo a la altura de su ruego –ay, qué caso más común–, y cuando éste es concedido en un momento que se requería la intervención de Dios para cumplirse su deseo, no es capaz de caminar en los pasos de un Abraham o una Ana, y pregunta cómo tendría lugar esta cosa.

Dios, en Su bondad, muda la falta de fe de Su siervo en un instructivo castigo para él mismo, y en una prueba para el pueblo acerca de que Zacarías había sido visitado de lo alto. Se queda mudo hasta que la Palabra del Señor sea cumplida; y las señales que muestra al pueblo, maravillado de que permaneciera tanto tiempo en el santuario, les da la explicación de esta razón".
Que Dios nos bendiga

martes, mayo 19, 2009

Fe + obras

Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.
Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.
¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?
¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?
¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras?
Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios.
Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.
Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino?
Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.

Santiago 2:18-26

Hoy sólo quiero dejaros esta porción de Santiago que me gusta tanto. Me gusat tanto porque es un punto débil mio y veo como el Señor dice claramente que no nos quedemos solamente con la fe, que es el principio de todo creyente y el medio por el que conseguimos ser salvos, sino que pasemos a la acción, guiados por Su Espíritu Santo, y hagamos las obras de la fe, que no son más que las cosas que Dios nos pide que hagamos.
Hay muchas cosas, desde amar a la gente hasta estar con los hermanos pasando por evangelizar y amarle de todo corazón a Él.

Os propongo ,pues, que meditéis en este pasaje de Santiago ya que creo que, como a mí, os puede hacer mucho bien.
Pasadlo bien meditando en la Palabra de Dios: "Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Hebreos 4:12".

Muchas bendiciones y gracias por estar con nosotros.
Amén

lunes, mayo 18, 2009

¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?
Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.
Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza.
Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.

Santiago 4:5-10

Hoy en la reunión que hemos tenido unos pocos hermanos de la iglesia en casa de una hermana (éramos 6), hemos hecho esta porción del libro de Santiago. Y la verdad es que ha sido una hora y media muy fructífera y de mucho aprendizaje para mi.
Me gustaria que nos fijáramos en el segundo versículo, donde está el "pero". Antes Santiago había estado hablando de todas las cosas que los humanos hacemos que no le gustan a Dios (envidias, codicias, luchas, combates, pasiones desenfrenadas y en definitiva adulterio hacia Dios). Y este pero es como la solución porque después nos habla de la gracia de Dios. La gracia podría ser lo mejor que nos pueden dar. Porque significa que Dios nos paga todo lo que debemos, todo lo malo que hemos hecho Dios nos lo perdona, y es gratis, no tenemos que conseguirlo nosotros. Nuestro papel aquí es confiar en Dios, confiar que Él es quien dice ser y acceptarle a la vez como Creador y Salvador de nuestras vidas perdidas sin Él.

Y seamos creyentes o no nadie es perfecto y todos hacemos cosas que a Dios no le gustan muchas veces, algunos tenemos todas esas cosas perdonadas (los que hemos aceptado ese perdón por parte de Dios) y otros no, pero ese es otro tema que ya hablaremos otro día.

El tema aquí es que por muy malos que seamos, Dios con su gracia, si vamos sinceramente a Él arrepentidos de haberle negado el lugar que merece en nuestra vida nos perdona, gratis, sin letra pequeña.
Pero claro necesitamos ser humildes. Dice aquí que Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes. ¿Como un soberbio (o soberbia) puede recibir la gracia de Dios? Es imposible porque la actitud de soberbia se caracteriza entre otras cosas por creer que no se necesita la ayuda de nadie y si no se accepta la gracia de Dios, Dios no te va a obligar, ni te va a coger de una oreja para que seas humilde, no, somos libres. Y podemos elegir ser humildes o soberbios; en el primer caso para gracia y beneficios con Dios y en el segundo, para estar apartados de Él. Asi que todas las decisiones, aunque sean libres, tienen sus consecuencias, cosa lógica también.

Hay muchas otras cosas que me han llamado la atención pero la segunda y última que voy a comentar hoy es la que dice que nos sometamos a Dios, resistamos al Diablo y él huirá.

Ser creyente, como muchas veces digo, no es algo pasivo, sino que es puramente activo, caliente. Así que primero de todo, en esa actividad nos toca someternos a Dios, voluntariamente claro está, y acceptar que Él nos ha creado y que por lógica, por ley, por naturaleza ( llámalo como quieras) Dios es nuestro dueño.
Después de tener clara la autoridad de nuestro Padre celestial (que siempre va acompañada de un inmenso amor), debemos saber resistir al enemigo, a satanás. Que normalmente es caracterizado con cuernos y cola roja pero no suele ser así como se nos presenta normalmente a nosotros. Más bien al contrario, muy atractivo, con argumentos muy seductores y incluso aveces parece que tenga razón y todo.
La cosa está en saber resisitr en esa lucha interna al enemigo y hacerle SIEMPRE caso a Dios, no ponernos a discutir con nosotros mismos para convencernos de que algo malo no es, en realidad, tan malo o cosas similares que hace nuestra cabeza para justificar las cosas que sabemos que no le gustan a Dios pero nosotros queremos hacer.

Un buen ejemplo de saber resisitr al Diablo lo puso Jesús mismo en el desierto cuando fue tentado. Es curioso y muy significativo el modo en que respondia a las tentaciones de Satanás: con la misma Palabra, la Biblia, Las Escrituras. Así que el arma que debemos usar para defendernos sabemos cual es: ¡usémosla!
Solo debemos leerla más y instruirnos en su uso, que también es fácil, nos lo enseña el mismo Espíritu Santo de Dios que vive en nosotros.

Así que sometidos a Dios resistamos al Diablo con las escrituras y al final huirá de nosotros (como dice al final del versículo 7), pues la victoria está ganada, Cristo ya la ganó en la cruz contra la muerte.

Que Dios os bendiga y ayude a meditar en estas cosas y crecer en Él.

domingo, mayo 17, 2009

Eunuco

Y como subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató á Felipe; y no le vió más el eunuco, y se fué por su camino gozoso.
(Hechos 8:39)

Hoy, creo que no sería justo actualizar, si no tuviéramos en cuenta el bautismo del Efraín, un jóven hermano nuestro y un gran amigo, tanto de Isma, como de Lidia como mío.

En el bautismo ha predicado su tío Jonathan (pastor de una iglesia de las Canarias) que ha compartido estos versículos y realmente hay un punto de los que ha compartido con el que querría actualizar hoy. Este punto se encuentra el Hechos 8:39.

El hecho era que el Espíritu del Señor se llevó a Felipe, cuando el eunuco se bautizó, Felipe ya no estaba. El hecho no acaba aquí, sinó que el eunuco se fue GOZOSO. Era un eunuco, había perdido su virilidad, quizá en el pasado, debió hacer muchos errores, no lo sabemos, pero, en ese momento creyó, y cuando creyó su corazón cambió. ¿Acaso los que se burlaban de él no seguían? ¡no! pero había cambiado su corazón. El bautismo es el acto de testimonio del paso de muerte a vida.

Cuando creemos en Dios, nuestro corazón cambia, el Espíritu Santo entra en nuestro corazón y somos sellados eternamente. Quizá pagaremos lo pasada. El pastor nos comentaba que había un pastor en Galícia que había cometido muchos errores en el pasado y tenía anticuerpos del VIH. El mismo decía que cuando creyó en Dios, le cambió el corazón y los actos, pero debe pagar por lo que había hecho.

Dios nos ayude a verle como algo real y seguir gozosos nuestros caminos!

viernes, mayo 15, 2009

Disfrutemos

La piedra que desecharon los edificadores
Ha venido a ser cabeza del ángulo.
De parte de Jehová es esto,
Y es cosa maravillosa a nuestros ojos.
Este es el día que hizo Jehová;
Nos gozaremos y alegraremos en él.
Salmo 118: 22-24

Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos.
Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios,
Que habitar en las moradas de maldad.
Porque sol y escudo es Jehová Dios;
Gracia y gloria dará Jehová.
No quitará el bien a los que andan en integridad.
Salmo 84:10,11

Hoy os quiero hablar del gozo y la alegría. Dios nos hizo para darle gloria, para disfrutar en Su presencia y para darnos muchas cosas para nosotros (un ejemplo es la naturaleza, los animales, la tierra en si). Entonces estamos hechos para estar gozosos. Y me refiero a esto porque ultimamente he estado muy atareado en muchas cosas diferentes y pensava: "No puede ser que me cargue tanto, soy Hijo de Dios, el gozo de mi Dios tendría que reinar en mi corazón."

Hermanos, tenemos mil motivos para estar contentos con relación a nuestro Dios, pero aunque no los veamos y aun cuando creamos que no hay, es así. ¡Disfrutemos la vida que Dios nos regala en Él! ¡saquémosle partido!
Y como se le saca mejor partido es contemplando la majestad y hermosura de nuestro Dios, su gran poder, amor y misericordia y aprendiendo cada día más y más acerca de Él.
Como más cerca de Dios estemos más nos daremos cuenta de nuestra situación privilegiada y más disfrutaremos la vida que Él nos da. Finalmente un versículo que ilustra muy bien hacia donde debemos ir los creyentes si queremos tener felicidad:

Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Mateo 6:33




Que Dios os bendiga en este día y os ayude a disfrutar de la vida en Él.


jueves, mayo 14, 2009

Caminos

Pues que los caminos del hombre están ante los ojos de Jehová, Y él considera todas sus veredas.
Proverbios 5:21

Ayer fue mi cumpleaños y entre muchas sorpresas (algunas en la misma Iglesia) mi abuela Isa me dió un versículo que quiero compartir con extrema breverdad con vosotros en el dia de hoy.

Vemos como todos nuestros caminos están en Sus ojos. Él ve todo y sabe todo, por tanto nada hay que hagamos que podamos esconderlo a Dios.

Es interesante ver que no solo mira los caminos de los hombres, sinó que los considera, se preocupa por ellos. Dios quiere que sigamos sus caminos, sus veredas, por tanto las considera.

Dejar como conclusión final que seamos conscientes de que Dios está por encima de todo, todo está bajo Su perfecta voluntad, así que no nos preocupemos por las decisiones, pongámoslas en oración y Dios guiará siempre a lo mejor.

Que Dios nos bendiga

miércoles, mayo 13, 2009

133:1 ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es
Habitar los hermanos juntos en armonía!
133:2 Es como el buen óleo sobre la cabeza,
El cual desciende sobre la barba,
La barba de Aarón,
Y baja hasta el borde de sus vestiduras;
133:3 Como el rocío de Hermón,
Que desciende sobre los montes de Sion;
Porque allí envía Jehová bendición,
Y vida eterna.

Salmo 133: 1-3

Es precioso, bellísimo, de gran gozo estar todos los hermanos juntos. Y cuanto más los hermanos en Dios, que somos hijos Suyos.
Los dos versículos que marcan el pasaje, para mi, son el versículo uno y la segunda parte del versículo tres. Cuando estamos con los hermanos, todos los hijos de Dios juntos nos gozamos muchísimo. ¿Porque? porque tenemos algo en común que es grandioso, a Dios mismo. Y alrededor de Él se hacen conversaciones, exhortaciones, consejos, alabanzas, oraciones, estudios, etc.
El sentido de todo y de toda esa relación es Dios y el amor que Él nos regala y podemos tener hacia los demás.
Además el propio Espíritu Santo, quien habita en todos los hijos de Dios, se alegra de encontrar otro hijo de Dios también con el Espíritu Santo en Su interior.

Meditemos en estos versículos y sobretodo disfrutemos de las bellísimas relaciones que Dios nos regala con nuestros hermanos.

Amén.

martes, mayo 12, 2009

Orar sin cesar

Orad sin cesar.
1a Tesalonicenses 5:17

Este versículo tan pequeño que parece no tener nada, ya que sólo tiene 3 palabras, tiene una profundidad espiritual única. La traducción literal del griego sería: "Orad sin intermisión”. Esto significa, sin que haya ninguna interrupción entre los tiempos de oración.

Este versículo tiene una relación muy estrecha con el anterior que nos dice que estemos siempre gozosos, ya que la única manera de estar gozosos es orando sin cesar. Quien acostumbra dar gracias a Dios por todas las cosas como que suceden éstas para lo mejor, tendrá gozo continuo. (Efesios 6:18 Orando en todo tiempo con toda deprecación y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda instancia y suplicación por todos los santos,).

El planteamiento práctico viene a continuación con la siguiente pregunta: ¿como voy a orar siempre si tengo mil cosas en la cabeza? La oración, en la Palabra de Dios implica comunión. Es decir, la oración no es algo en lo que siempre tengas que estar con los ojos cerrados, no. La oración quiere decir que todo nuestro pensamiento esté puesto en Él. Realmente, la única manera de ser felices y estar gozosos es esa.

Que Dios nos bendiga y nos ayude para mantener esa oración constante

lunes, mayo 11, 2009

Luego que hubo hablado, le rogó un fariseo que comiese con él; y entrando Jesús en la casa, se sentó a la mesa.
El fariseo, cuando lo vio, se extrañó de que no se hubiese lavado antes de comer.
Pero el Señor le dijo: Ahora bien, vosotros los fariseos limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de rapacidad y de maldad.
Necios, ¿el que hizo lo de fuera, no hizo también lo de adentro?

Lucas 11: 37-40

Me gusta esta actitud de Jesús y lo que refleja en esta parte de la Biblia.
Primero vemos que no tiene ningun tipo de reparo en comer tanto con pobres como con ricos. Digo esto porque en otras partes de la Palabra vemos a Jesús comiendo con cobradores de impuestos, prostitutas, etc. Así que aquí lo vemos con un fariseo religioso de la época, con un buen estatus social, con poder, con riqueza seguro, y sacamos la conclusión de que Jesús no tenia reparo en sentarse a la mesa con uno u otro. Eso es algo a tener en cuenta y de lo que creo que todos debemos aprender.

Pero vamos a la parte central, versículos 38 y 39:

El fariseo, cuando lo vio, se extrañó de que no se hubiese lavado antes de comer.
Pero el Señor le dijo: Ahora bien, vosotros los fariseos limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de rapacidad y de maldad.

Me encantan estas palabras de Jesús porque retratan perfectamente a este hombre. Eso significava que el Señor Jesús sabia perfectamente como era el fariseo en su interior. De la misma manera Dios sabe como somos todos nosotros realmente en nuestro interior, en nuestros corazones.

Y hoy la cosa va por ahí, no nos preocupemos tanto de lo que pensara la gente de nosotros, de lo que se ve por fuera, simplemente actuemos de corazón hacia el Señor. Démosle todo nuestro corazón a Dios desde nuestro interior y eso nos cambiará luego también el exterior. Los cambios son de dentro hacia fuera. Primero debe cambiar nuestro corazón hacia Dios. Si le dejamos el pleno control de nuestro corazón, Él nos renuevará, nos cambiará por completo, desde dentro hacia fuera.

Así que lo que yo saco de este pasaje hoy es que nos preocupemos por como está nuestro interior y no tanto de nuestro exterior. Los cambios empiezan desde dentro. Los cimientos de una casa es lo que se construye primero, si haces primero el tejado, se caerá. De la misma manera los cimientos de nuestra vida con Dios y, al fin y al cabo, de la única vida que hay, solo se pueden fundar en el corazón, porque ahí es donde se ponen los fundamentos de la vida de cualquier persona.

Que Dios os bendiga y que nos ayude a hacer esto real en nuestras vidas y corazones.

jueves, mayo 07, 2009

Edificación y consolación

Quería compartir acerca de unos hermanos que vinieron por primera vez a mi iglesia en la reunión de oración. Realmente cuánto necesitamos todos sabia nueva y gente que ame a Dios de todo su corazón y que quiera trabajar y darlo todo por Él.

Por eso, muy brevemente dejaros el versículo que se encuentra en 1a de Tesalonicenses 5:11

Por lo cual, consolaos los unos á los otros, y edificaos los unos á los otros, así como lo hacéis.

El punto que más me ha llamado la atención es la edificación. Pensaba en el significado, que es el de construir y pensaba, ¿como podemos construirnos los unos a los otros? la respuesta es senzilla, únicamente el poder de Dios puede hacerlo, entonces, la única manera de edificarnos es tener Santas y Pías conversaciones, es decir, hablar de Dios.

Debemos unirnos en oración y alabanza unos con otros. Debemos darnos buen ejemplo unos a otros y este es el mejor medio para responder a la finalidad de la sociedad. Así aprenderemos a vivir para Aquel con quien esperamos vivir para siempre.

Bueno, que Dios nos ayude a edificarnos y consolarnos los unos a los otros, ya que la Palabra edifica y el Espíritu Santo (que mora en nosotros) nos consuela.

Dios os bendiga

lunes, mayo 04, 2009

sabi@s

¿Quién es sabio y entendido enter vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.
Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad;
porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica.
Santiago 3:13-15

Me gusta mucho el primer versículo porque la sabiduría de la que habla contrasta totalmente con la que vivimos actualmente en este mundo. Habla de una sabiduría que se muestra por la buena conducta y que también lleva obras, pues la sabiduría no se queda solamente en teoría sinó también en práctica diária. Lo que también me encanta es la humildad, esta "sabia mansedumbre" que le da un toque especial de humildad. La sabiduría sin humildad es algo muy malo, es más, ya no es sabiduría porque ¿como va a ser sabio alguien que se cree mayor que los demás?

Así que hasta aquí el versículo nos dice que si queremos ser sabios, o si lo somos, debemos ser mansos, humildes. La palabra mansedumbre también se traduce como "amabilidad" y es todo lo opuesto a la arrogancia y la promoción individual.
Lo que me impacta es este carácter de amor, de paz, de humildad, de benignidad que tiene cualquier persona sabia si la sabiduría viene de Cristo, de Dios. Es algo bellísimo.

Celos amargos y contención, todo lo contrario a una vida entregada a Dios, que conlleva amor, paz, benignidad, bondad, fe, dominio propio y otras actitudes que vienen de Dios. Estas dos actitudes que Santiago rechaza en los versículos 14 y 15 producen un tipo de sabiduría que no viene de Dios, sino que más bien es del enemigo, de Satanás.
Yo me examino y veo la de veces que mi "sabiduría" ha sido guiada por celos amargos y contención, por mi propia alma y no por Dios y me avergüenzo de ello. Veo claramente los frutos tanto de una como de otra y claramente sale ganando la sabiduría cuando está controlada por Dios.

Pues que aprendamos a ser sabios, pero no como este mundo lo dice sino como Dios nos manda: con amor, humildad, mansedumbre, benignidad, etc.

que Dios os bendiga
un abrazo en Cristo

sábado, mayo 02, 2009

Devocional extraído de la página devocionalescristianos.org. Compartido por el Señor Juan O. Perla.

Gén 4:13 Y dijo Caín á Jehová: Grande es mi iniquidad para ser perdonada.
Gén 4:14 He aquí me echas hoy de la faz de la tierra, y de tu presencia me esconderé; y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará.


Caín cometió un gravísimo pecado que merecía la pena de muerte. Dios, en su infinita misericordia, le dio otra oportunidad. Pero Caín, en vez de arrepentirse, se quejó contra su castigo, como si fuese más severo de lo que merecía. Dijo que su castigo era excesivo, y no aceptó su responsabilidad. Es terrible la dureza del corazón humano. Ni una palabra de dolor o remordimiento salió de sus labios, ni un solo reconocimiento de culpa o de vergüenza. Nada, sino la triste resignación de un criminal que espera la justa paga de sus crímenes.

En un país hispanoamericano se produjo un hecho que mantuvo a los medios de comunicación muy ocupados durante el año 2006. Una mujer, conocida como La Mataviejitas, fue detenida por haber dado muerte a dieciséis ancianas. Sus crímenes fueron considerados tan graves por la justicia que el juez le dictó una sentencia de 759 años. La mujer escuchó su sentencia tranquilamente. Luego se negó a firmar la notificación de su sentencia, diciendo: «No estoy de acuerdo».

El juez dijo que esta mujer necesitaría vivir nueve vidas para poder pagar la enorme deuda que había contraído con la justicia por sus crímenes. Quizá ella dirá en su corazón, como Caín: «Grande es mi castigo para ser soportado». Ante esto surgen en la mente dos cuestiones. Primero, está en la naturaleza de los seres humanos no aceptar la culpabilidad por sus pecados. Es terrible que se diga que en los últimos días, cuando caigan las plagas y el castigo final contra los pecadores impenitentes, «blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria» (Apoc. 16: 9). Extraña y terrible es la ceguera que produce el pecado.

En segundo lugar hay otro hecho fundamental. No solo las grandes faltas como las de Caín y la mujer que debe purgar 759 años de cárcel causan dureza de corazón. También las faltas sencillas de la vida cotidiana, los pecados que no alarman demasiado el corazón de los seres humanos, serán castigados severamente. También esos castigos serán recusados por los pecadores impenitentes. Habrá muchos más pecadores que se pierdan por los pecados sin nombre «de todas aquellas cosas en que suele pecar el hombre» (Lev. 6: 3) que los que se pierdan por horribles pecados como el de Caín. Busquemos a Dios hoy para que limpie y suavice nuestro corazón.