Cuando los bienes se aumentan, también se aumentan sus comedores: ¿qué bien pues tendrá su dueño sino verlos de sus ojos?
Dulce es el sueño del trabajador, que coma mucho, que poco: mas al rico, la hartura no le deja dormir.
(Eclesiasté 5:11,12)
En estos versículos hay una comparación entre el pobre i el rico.
Por un lado, nos dice que el si el rico tiene más comedores, esto implica también más preocupaciones.
Por el otro está el pobre. Dice que mejor es el pobre que el rico porque el rico la hartura de comer, también podría referirse a la preocupación y al temor del rico de verse privado de sus riquezas.
Llevándolo a un clima más espiritual, podríamos decir que el Señor nos vio pobres, en la acepción mala de la palabra, ya que no teníamos nada y, nos hizo ricos, quitándonos todas las preocupaciones, ya que nos prometió que las riquezas (espirituales) que nos ha dado nada, ni nadie nos las podrá quitar.
Hermanos y amigos, vivamos nuestra riqueza espiritual sin preocupaciones porque Él nos ha dado una vida nueva, y, sabemos que, "desde que creímos fuimos sellados..." así que vivamos con gozo y alegría nuestra riqueza dándole siempre gracias a aquél que nos la dió.
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