domingo, septiembre 27, 2009

La muerte del ego

Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
Mateo 16:24

De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.
Juan 12:24

La gran verdad que quiero compartir hoy con vosotros hermanos y amigos es que si no morimos a nosotros mismos, si no quitamos nuestro ego del gobierno de nuestra vida no vamos a saber lo que es realmente la vida.
El trono de nuestra vida le pertenece a Dios, ya que Él nos ha creado, amado y sabe mejor que nosotros lo que nos conviene a cada uno. Así que si nosotros cogemos nuestro ego y lo colocamos en el trono de nuestra vida lo que pasa es que se pone todo al revés. Algo falla, nos sentimos mal, tristes, no somos "tan buenos" como pensábamos y eso nos duele, vemos que en muchas situaciones nos derrumbamos... en definitiva algo no va bien.

La clave es esa, Dios debe ser el rey de nuestra vida, por nuestro bien. Y eso se consigue muriendo a nosotros mismos, negándonos y dejándole a Él el papel protagonista de nuestra existencia. Y eso es algo que le cuesta a todo el mundo hacer, dejarle a Dios todo, darle nuestra vida, negarnos... es algo sumamente difícil por nuestra naturaleza independiente y de querer controlarlo todo, pero es lo mejor para nosotros y realmente es cuando empezamos a disfrutar de la vida que Dios nos ha dado, porque fuimos "programados" así, para tenerle como Rey y Señor de nuestra vida.

Pues dejaros con eso hermanos, que perseveremos y nos esforcemos por cada día dejarle un trozo más grande a Dios de nuestra vida, que es realmente como empezaremos a vivir la vida que Dios nos quiere dar.

Que Dios os bendiga mucho, amén.

1 comentario:

noemi dijo...

AAAAAAAAAAmén!!