¡Cuidado con lo que tenemos!

Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.

Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución,

¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron,

testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.

Hebreos 2:1-4

Hermanos, la porción ya deja claro lo que el Señor ha puesto hoy en mi corazón.

Es necesario que le miremos a Él, que miremos a Dios. Que nuestra vida sea Cristocéntrica y no antropocéntrica (que el centro sea Jesús y no nosotros mismos).

Todo lo que hemos oído y de lo que se nos ha hablado son cosas muy importantes, lo que se refiere al evangelio, debemos seguir perseverando en esas cosas y no quitar la mira de ellas. Porque existe el peligro de deslizarnos, y ese peligro lo tenemos todos, ya que somos humanos con una naturaleza caída y siempre tendemos a ir hacia abajo.

Y el autor de la carta a los Hebreos es más tajante aún. ¿Cómo escaparemos si negligimos una salvación tan grande? Dios nos ha dado una salvación inmensa, ha hecho la mayor obra que podía hacer. Ha dado a Su Hijo para pagar el precio de nuestra desobediencia, y Su Hijo Jesús ha resucitado en gloria venciendo a la muerte para darnos otra vez lo que desde el principio habíamos perdido: un lugar a su lado, al lado de Dios. Ahora, ¿Vamos a negligir esto? Dios se ha esforzado, ha dado a Su propio Hijo en sacrificio, como decía alguien a quien no recuerdo: ¿quién da más?

Pensemos en esto, meditemos y si somos creyentes démosle toda la gloria a Dios por Su gran sacrificio de amor.

Y si no piensa profundamente en lo que Dios ha hecho por ti ¿Quién da más? Él lo ha dado todo por ti, por todos, y lo único que quiere es que disfrutes de una vida para siempre a Su lado. Y te digo por experiencia que eso es algo muy bueno, lo mejor que me ha pasado.

Amén.