lunes, septiembre 14, 2009

Lo único que necesitamos, ya lo tenemos: La Gracia

sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.
Gálatas 2:16

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
Efesios 2:8

Hoy lo que quiero ver es algo sobre la gracia. Es un tema del que el Señor me ha hablado muchísimo ultimamente. Y no quiero decir que las obras no sean importantes, ni mucho menos! lo son y sin obras no se puede enseñar la fe que tenemos, pues si sólo creyeramos seria una fe sin sentido pues la fe en Dios actua, se mueve y por lo tanto obra. Pero esa obra sale de la fe en Él y és precisamente de lo que quiero hablar hoy, de la gracia.

Nuestras fuerzas, nuestros esfuerzos, nuestro agradecimiento, nuestra motivación y muchas cosas más surgen de La Gracia de Dios. ¿Y a que me refiero con eso? Pues que nada de lo que podamos hacer podrá agradar a Dios por nuestras fuerzas y con nada podremos ganarnos la salvación en Cristo si no es con fe en Él y por Su Gracia (me refiero a que no hay sacrificio alguno que nosotros podamos hacer para ganar la salvación de Dios, Cristo ya hizo ese sacrificio y era el único que podía ocupar ese lugar).

¿Y porque os digo todo esto? Porque el Señor me ha mostrado que por mis fuerzas no puedo hacer nada (separados de mi nada podeis hacer; Juan 15. 5), que por mucho que me esfuerze por agradarle si no es en mi propia muerte y posterior resurrección de Cristo en mí no podre hacer nada y que si dejo que Cristo viva en mí con todas las conseqüencias que eso conlleva voy a actuar como un soldado de Dios, como un hijo suyo, como un siervo puesto a Sus pies preparado para amar y hacer lo que Él me diga que haga.
Y esto no vendrá de mi, ¡Ni mucho menos! todas estas cosas buenas (amor, sabiduría, servidumbre, etc.) son las que Dios pondrá en mí (en todos) si le dejamos que Cristo viva en nosotros, entonces tendremos obras y buen fruto, pero eso sólo será por la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas, o sea que nosotros tenemos que morir para que Dios se glorifique y haga Su obra en nosotros (Juan 12:24), que en realidad es nuestro objetivo.

Solo dejaros esto, tened animo en el Señor, en Su gracia y esperad. Dios es bueno, Él nos habla, nos cambia a través de Su Espíritu pero siempre tiene que haber una premisa primordial: que muramos a nosotros mismos. Así dejaremos a Dios obrar en nosotros como Él quiera.

Que Dios os bendiga.
Amén


No hay comentarios: