jueves, diciembre 03, 2009

La gracia

Hoy quería compartiros parte de un libro pequeño que me ha hecho mucho bien sobre la gracia. Una palabra que los creyentes tenemos muy clara, pero quizá, a veces la ignoramos o no entendemos todo lo que conlleva. Uno de sus capítulos habla sobre que la gracia no es un pago por algo previo, sino que la palabra en si significa un regalo sin pedir nada a cambio. Espero que Dios os alimente con este capítulo tanto como me alimentó a mi. El libro es de Lewis S Chafer y se llama "Siete hechos fundamentales sobre la Gracia"


La Gracia Jamás Es El Sobrepago De Una Deuda.

La gracia ya no es gracia si es complicada en el grado más leve con el pago de una
deuda justa. Nunca puede ser aquello que se agrega a, o una parte [11] de, una transacción justa. Un bono puede ser agregado al pago de una deuda –– una cantidad adicional por encima de la suma total debida –– pero en ningún caso debería de ser considerado este bono un asunto de pura gracia.

El carácter del bono así añadido, de necesidad, sería determinado hasta cierto punto
por la relación del bono con la deuda. El bono será o más, o menos, que lo que hubiera sido si hubiese estado solo. Inevitablemente será afectado en algún grado por la transacción justa con la cual es combinado. En la Palabra de Dios, como en el uso común, la palabra gracia, en su significado exacto, excluye cualquier complicación con otros actos o asuntos no importa cuán rectos y justos. La gracia habla de un regalo, no de trueque o comercio no importa qué tan desigual. Es pura bondad, no el cumplimiento de una obligación. Para que un acto sea gracioso debe de ser independiente y estar solo. La salvación divina es, por lo tanto, la bondad hacia los pecadores. No es menos de lo que sería si se hubiera pecado menos. No es más de lo que sería, si se hubiera pecado más. Es totalmente independiente de toda cuestión acerca del mérito humano.

La gracia no es tratar a la persona como se lo merece ni tratar a la persona mejor de lo que se merece. Es tratar a la persona graciosamente sin la más leve referencia a lo que se merece. La gracia es el amor infinito expresándose en benignidad infinita.

A través de la muerte de Cristo, por la cual él quitó el pecado del mundo, y por medio del decreto divino que ha constituido a todos como "bajo pecado", la gracia es libre de salvar en todo caso, y solamente la gracia puede salvar en cualquier caso. La gracia divina nunca es disminuida [12] o aumentada. Ofrece una bendición estandarizada e invariable a cada individuo igualmente. La bendición es sin medida ya que representa en cada caso nada menos que todo lo que Dios, siendo accionado por amor infinito, puede hacer.

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