viernes, octubre 03, 2008

Amazing Grace


Amazing Grace, how sweet the sound,
That saved a wretch like me.
I once was lost but now am found,
Was blind, but now I see.



La famosa canción de amazing grace es muy conocida por todo el mundo. Ha sido versionada un montón de veces por mucha gente diferente . Lo que no es tan popular es la historia del autor que la compuso. Lo hizo a finales del siglo XIX después de que su vida hubiera sufrido diversos cambios importantes.
Llegó un punto en su vida en el que se hizo capitán de su porpio barco, pues antes había sido marrinero. Llevaba un barco de esclavos y, evidentemente, hacía comercio con estas personas. Por todas las costas de África, cuando su barco atracaba en algún puerto, todos los esclavos temblaban de miedo.
Hasta que un día, por la misericordia del Señor, hubo una gran tormenta y John Newton, que así se llama nuestro protagonista, vió las cosas claras. Vió que no era nada y que necesitaba al Señor. Entonces se convirtió. I entre otras de sus obras compuso esta.

La letra dice más o menos: "que maravillosa gracia, y que dulce su sonido, que salvó a desgraciado como yo. Antes estuve perdido, pero ahora ya no, estava ciego pero ahora veo."

Esto me recuerda a la historia de Pablo. Saulo de Tarso también tuvo una experiencia así. Él mataba cristianos, no esclavos, pero el Señor en Su gran misericordia lo salvó, cegándole con su luz y mostrandole el camino. Al final fué uno de los ministros que más usado fué por el Señor para mostrarle el evangelio a los gentiles.

Aquí vemos la maravillosa misericordia, gracia, que el Señor tiene hacia nosotros. Aun siendo lo malos que somos el Señor nos perdona y nos guía, y aun así somos infieles muchísimas veces (hablo por mí). Pero el gran amor del señor y su perdón son muy grandes, y eso lo comprobamos cuando vamos a Él humillados, arrepentidos de corazón y le pedimos perdón. Entonces Él nos renueva y nos sigue dando esa vida que sólo está en Él, y que sólo la podemos conseguir si tenemos fe en Él y dejamos que nos guie con Su Santo Espíritu.

Que el Señor nos ayude a seguirle siempre.

Amén.

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