martes, octubre 14, 2008

Esperemos al tiempo de Dios

Hoy, nuestra hermana en la fe y amiga Leticia nos ha enviado un devocional que le ha hecho mucho bien. Hoy publicaremos con su participación extraída del libro devocional Buenos días Señor de Vance Havner.


Cualquiera que quiera participar de la manera que sea que nos envíe cosas o nos llame o cualquier cosa, estamos aceptos a todas las propuestas.


Manifiéstate al mundo… Mi tiempo aún no ha venido; mas vuestro tiempo siempre está presto. (S.Juan 7: 3 al 6)


Según sus hermanos, el Señor Jesús no llevaba a cabo como debía su “campaña de publicidad”. ¿Por qué no abandonaba las zonas apartadas y se trasladaba a la ciudad de Jerusalem, la capital, donde su presencia sería reconocida y donde podía manifestarse?

¡Cuán poco entendían al Señor Jesús! Los caminos de Dios no son los nuestros. La iglesia con demasiada frecuencia ha seguido el consejo de los incrédulos y se “ha mostrado” al mundo. Dios no maneja sus asuntos de acuerdo al modelo o ejemplo de este mundo.
“Vuestro tiempo siempre está presto”, le dijo Jesús a sus hermanos. El hombre del mundo está siempre a tiempo, pues éste es el tiempo del mundo. Empero cuando el mundo pase con sus concupiscencias, el hombre que hace la voluntad de Dios vivirá para siempre.

El que sigue el camino trazado por Dios tiene un programa y debe esperar el momento oportuno fijado por Dios para hacer esto o aquello. Empero para el incrédulo, un día es tan bueno como el otro. El mundo en general no sabe lo que significa buscar la voluntad del Señor antes de hacer una cosa. Mas aquellos que le reconocen en todos sus caminos, descubrirán que el Señor dirige sus pasos.


Que Dios les bendiga y que podamos vivir en Su Voluntad.

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