Jonas 1:4-6

Jon 1:4 Mas Jehová hizo levantar un gran viento en la mar, é hízose una tan gran tempestad en la mar, que pensóse se rompería la nave.
Jon 1:5 Y los marineros tuvieron miedo, y cada uno llamaba á su dios: y echaron á la mar los enseres que había en la nave, para descargarla de ellos. Jonás empero se había bajado á los lados del buque, y se había echado á dormir.
Jon 1:6 Y el maestre de la nave se llegó á él, y le dijo: ¿Qué tienes, dormilón? Levántate, y clamá á tu Dios; quizá él tendrá compasión de nosotros, y no pereceremos.
Ante la negativa de Jonás de ir a Nínive, el Señor tiene que levantar una tempestad grande en el mar. Dios es poderoso para hacer todo, es omnipotente así que no debemos intentar limitar su poder.

Lo más curioso es que dice que los marineros tuvieron miedo. Teoricamente un marinero no tiene miedo de las tempestades, más que nada porque estan acostumbrados a ellas en el mar, pero en este caso debía ser una tormenta muy grande. Como dice un hermano el pecado trae tormentas y temporales al alma, a la familia, a las iglesias y a las naciones; es cosa inquietante y perturbadora.

Dice que cada uno llamaba a su dios, es decir, en este caso los falsos ídolos de cada uno de los marineros no servía para nada, la tormenta no se detenía.

Hay una comparación muy interesante entre Jonás en estos versículos, el cuál se fue a dormir y Adán y Eva. Jonás sabía de su culpa, sabía que sería culpable de la ira de Dios por eso va y se esconde, decide huir de la situación. Igual que Adán y Eva cuando pecaron y tuvieron vergüenza se escondieron de Dios, Jonás en este caso, al ver que todo eso era culpa suya decide bajar para dormir, de esa manera poder esconderse.

Entonces lo dejo cuando despiertan a Jonás y le dicen que clame a su Dios.

Hermanos que Dios nos ayude a ver un poquito de la omnipotencia de Dios para que seamos capaces de que, solo pensarlo debamos arrodillarnos ante tal poder.