Jonas 1:15-17

Jon 1:15 Y tomaron a Jonás, y lo echaron al mar; y el mar se aquietó de su furor.
Jon 1:16 Y temieron aquellos hombres a Jehová con gran temor, y ofrecieron sacrificio a Jehová, e hicieron votos.
Jon 1:17 Pero Jehová tenía preparado un gran pez que tragase a Jonás; y estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches.

Hoy acabamos con el primer capítulo.

Al ver que el mar no se aquietaba y que no podian hacer nada mejor para cambiar la situación, tiran a Jonás al mar. Entonces el mar se aquieta de forma similar a la que el Señor Jesús aquietó las aguas en el nuevo testamento. Aquí podemos ver el tremendo poder del Señor, pero más allá de esto vemos su fidelidad y su verdad. Él les hace ver de alguna manera a los tripulantes que el problema es Jonás mediante las suertes. Ahora tiran a Jonás y el Señor aquieta el mar. El Señor es misericordioso y cumple con Su Palabra, podemos tener plena confianza en que si dice algo, Él lo cumplirà pues es Dios de verdad.
Y esto es un punto muy fuerte en el que apoyarnos, saber que el Señor lo que cumple lo dice, que Él es fiel, siempre fiel y no como nosotros que somos tan canviantes e infieles.

De repente vemos como esos hombres temen el nombre del Señor, de Dios, y se ponen a hacer sacrificios y hacen votos.
Hasta que el Señor no les hizo esta demostración de poder ellos iban en pos de sus ídolos y de sus figurillas de dioses de madera, de bronze, en definitiva de dioses falsos, cosa que al Señor no le gustaba nada. Pero ahora se postran a los pies de Dios.
Que nosotros no seamos así, que el Señor no tenga que castigarnos, que mostrarnos su poder para que nos humillemos y acceptemos que nada somos ni podemos sin Él. El Señor lo que quiere es que sepamos quien es Él, que es bueno, misericordioso, amor, y que nos quiere con Él, que vayamos a Sus caminos, a Su presencia voluntariamente para que Él nos pueda bendecir y guiar para hacer lo que Él quiera de nosotros.

Y por último vemos como el Señor salva a Jonás. Vemos como el Señor cuando castiga no lo hace de una forma deliberada sino que lo hace para corregir, y aquí vemos como salva a Jonás en la boca de este gran pez para que Él recapacite.

Que el Señor bendiga Su palabra, amén.