Santidad y humildad

"Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados." Isaías 57:15

En este versículo vemos como Dios le dijo a Isaías que el Alto y Sublime mira los corazones de los humildes y quebrantados para poder habitar con ellos. Esto podría parecer una contradicción ya que no estamos acostumbrados a oír que alguien sublime quiera estar con alguien quebrantado, al contrario. Es por eso que esto es otra muestra del amor de Dios hacia nosotros.

Para Dios, no existe nada que tenga tanta afinidad con su santidad como un corazón humilde y quebrantado por razones evidentes: Si un hombre tiene un ego en que la voluntad propia tiene el dominio, no habrá sitio para Dios en su corazón. En cambio, si el Espíritu Santo puede tener lugar en nuestro, va a ocuparlo y nosotros vamos a anhelar estar cada día más cerca suyo.

Tal vez el quebrantamiento o la humildad pueden parecer difíciles de conseguir o dolorosos, pero estas personas van a ser las que pueden encontrar la Santidad con Dios. Tenemos que dejar que Dios nos moldee y nos saque todo orgullo dentro nuestro para dar lugar a Dios y a todas sus promesas.