Romanos 12:21
Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados.
1Pedro 4:8
El odio despierta rencillas;
Pero el amor cubrirá todas las faltas.
Proverbios 10:12
Y vosotros, hermanos, no os canséis de hacer bien.
2Tesalonicenses 3:13
Primero pediros disculpas porque me he vuelto a retrasar en la actualización, intentaré que no vuelva a pasar con la ayuda del Señor.
Hoy quiero haceros pensar sobre el tema de nuestra actitud. Nuestra actitud, tal y como fué el Señor Jesús, tiene que ser amorosa, no podemos ir con odio y mal por la vida, al Señor no le agrada, más que nada porqué Él es amor (1Juan 4:8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.)
Entonces debemos reflexionar y ver como somos con la gente, como actuamos con nuestra familia, nuestros amigos, nuestros enemigos (pues debemos amarlos también) y con todo el mundo en general. Incluso con Dios a veces no queremos tener amor y hacemos lo que queremos envez de lo que Él nos dice.
A mí es un tema que me agrada mucho, per no por eso me es más fácil de poner en práctica. Si tenemos al Señor en nuestra vida, cada día le buscamos, le encontramos en Su Palabra, en las oraciones o donde Él se nos manifieste nos será fácil amar a nuestros prójimos, no cansarnos de hacer el bien, vencer al mal con el bien, etc. Esa es la clave!
Pero si nos vamos por nuestro camino e intentamos hacer todo esto en nuestras propias fuerzas, acabaremos mal, frustrados y veremos que no podremos hacerlo.
Por último querría compartir que el amor lo único que tiene son ventajas. Si alguien te hace mal y le respondes con amor, ¡es perfecto! Primero agradas al Señor, después no te enfadas con lo que no te amargas y tercero a lo mejor la persona que te ha hecho mal reacciona bien frente a esa reaccion tuya de amor. Después, si en nuestra vida vive el amor del Señor los primeros beneficiados vamos a ser nosotros. Y lo mejor de todo es que podremos bendecir a otros a través de ese amor que viene del Señor.
Pues animemonos a seguir en el amor, en el Señor y no nos cansemos de hacer el bien porque eso es lo que el Señor quiere y al fin y al cabo lo que se siembra se cosecha, así que si sembramos bien seguro que cosecharemos unos buenos frutos.
Que el Señor nos bendiga y nos ayude a amar más.
Toda la gloria sea para Él. Amén.
Hoy quiero haceros pensar sobre el tema de nuestra actitud. Nuestra actitud, tal y como fué el Señor Jesús, tiene que ser amorosa, no podemos ir con odio y mal por la vida, al Señor no le agrada, más que nada porqué Él es amor (1Juan 4:8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.)
Entonces debemos reflexionar y ver como somos con la gente, como actuamos con nuestra familia, nuestros amigos, nuestros enemigos (pues debemos amarlos también) y con todo el mundo en general. Incluso con Dios a veces no queremos tener amor y hacemos lo que queremos envez de lo que Él nos dice.
A mí es un tema que me agrada mucho, per no por eso me es más fácil de poner en práctica. Si tenemos al Señor en nuestra vida, cada día le buscamos, le encontramos en Su Palabra, en las oraciones o donde Él se nos manifieste nos será fácil amar a nuestros prójimos, no cansarnos de hacer el bien, vencer al mal con el bien, etc. Esa es la clave!
Pero si nos vamos por nuestro camino e intentamos hacer todo esto en nuestras propias fuerzas, acabaremos mal, frustrados y veremos que no podremos hacerlo.
Por último querría compartir que el amor lo único que tiene son ventajas. Si alguien te hace mal y le respondes con amor, ¡es perfecto! Primero agradas al Señor, después no te enfadas con lo que no te amargas y tercero a lo mejor la persona que te ha hecho mal reacciona bien frente a esa reaccion tuya de amor. Después, si en nuestra vida vive el amor del Señor los primeros beneficiados vamos a ser nosotros. Y lo mejor de todo es que podremos bendecir a otros a través de ese amor que viene del Señor.
Pues animemonos a seguir en el amor, en el Señor y no nos cansemos de hacer el bien porque eso es lo que el Señor quiere y al fin y al cabo lo que se siembra se cosecha, así que si sembramos bien seguro que cosecharemos unos buenos frutos.
Que el Señor nos bendiga y nos ayude a amar más.
Toda la gloria sea para Él. Amén.
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