Y el Dios de paz os santifique en todo; para que vuestro espíritu y alma y cuerpo sea guardado entero sin reprensión para la venida de nuestro Señor Jesucristo
(1a Tesalonicenses 5:23)
El apóstol Pablo pide al Dios de paz (originalmente el Dios de paz mismo) que santifique en todo (en la integridad. No dice, os santifique en vuestra vida eclesial o en vuestra vida en el mundo, o en vuestra feceta en oratoria. Despues nos dice en todas las dimesiones de la persona, es decir, en cuerpo, alma y espíritu. Para que cuando el Señor venga, no haya nada en nosotros que no le guste.
Hoy he visto un fragmento de la película "dejados atrás" del actor Kirk Cameron entre otros, basada en las famosas novelas del señor Tim LaHalle. Ésta, trata sobre la segunda venida del Señor Jesucristo, en la cual arrebatará a Su pueblo (a la Iglesia, no como institución sino como renacidos). Esta película me hacía pensar también en este versículo porque me planteaba: Cuando el Señor venga a arrebatarme para ir al cielo con Él, ¿que estaré haciendo?. El Señor me recogerá sin reprensión siendo Santo y teniendo el corazón en Sus cosas?
Un comentario bíblico de este versículo que me gustó mucho es el de Jamiesso-Fausset-Brown que dice así: "Se refiere al hombre en su integridad normal, como originalmente creado; un ideal que alcanzará el creyente glorificado. Las tres partes, espíritu, alma y cuerpo, cada una en su lugar debido, constituirán el hombre “entero”, o íntegro. El “espíritu” enlaza al hombre con las inteligencias superiores del cielo, y es aquella parte más elevada del hombre la que es capaz de recibir al Espíritu vivificador".
Hermanos, que Dios nos bendiga y que estemos esperando Su venida amándola y buscando la santidad.
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