Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión; sino la fe que obra por la caridad.
(Gálatas 5:6)
A veces es bueno recordarnos este tipo de versículos, sobretodo para mi, demostrándonos, que es por fe y no por obras nuestra salvación.
En este versículo vemos que Pablo nos dice que ni la circuncisión (tradición judía de obediencia a Dios) ni la incircuncisiín valen nada. Esto quiere decir que, aunque exteriormente hagamos muchas cosas, y parece que seamos perfectos, el Señor valora el corazón. Estas obras no valen para justificación ni tiene que ver con la fe. Cuando nos quedamos con lo externo erramos, ya sea vestimenta, ya sea apariencia, ya sea lo que sea, el cambio que el Señor nos da es de dentro hacia fuera y no al revés.
La segunda parte del versículo es maravillosa. Nos habla de la obra de la fe. Es curioso pensar que tenemos FE por el AMOR de Dios, pero también, es curioso pensar que la FE en Dios nos da AMOR hacia Él. Esta obra de la fe es nuestra nueva criatura. Sabemos que antes de reconocer a Cristo como nuestro único y verdadero Salvador y arrepentirnos de nuestros pecados éramos una criatura pecaminosa, pero, despues de hacer eso, en nosotros hay una nueva criatura, el Espíritu Santo mora en nosotros y, por tanto, todos los frutos, si estamos cerca de Él se manifestarán en nosotros.
Dios nos bendiga y nos ayude a tener esa consolación, si dejamos que el Espíritu Santo obre en nosotros, el fruto del amor se manifestará y ya no serán cambios superficiales en nuestra vida, sino que se producirán cambios importantes.
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