sábado, marzo 06, 2010

Conversaciones

Solamente que converséis como es digno del evangelio de Cristo; para que, ó sea que vaya á veros, ó que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, unánimes combatiendo juntamente por la fe del evangelio,
Filipenses 1:27

Este versículo nos habla de la conversación y cuán importante es. En toda la Palabra nos habla muchas veces de las conversaciones (las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres, Ninguno tenga en poco tu juventud; pero sé ejemplo de los fieles en palabra, en conversación, en caridad, en espíritu, en fe, en limpieza, Teniendo vuestra conversación honesta entre los Gentiles etc.). De ahí que intentemos darnos cuenta de lo que estas influyen en nosotros y en nuestra conversación con Dios primeramente, y, en consecuencia con los otros.

La conversación por excelencia es la oración. En ella se debe ir en santidad, en adoración y en arrepentimiento, así que, en el momento de la oración es una conversación digna del evangelio de Cristo.

Seguidamente tenemos la conversación entre nosotros, los cristianos. Como ya dice la Palabra de la abundancia del corazón hablará la boca. Si en nuestro corazón hay disensiones, enfados, envidias... lo que saldrá por nuestra boca seran palabras que no seran dignas del evangelio de Cristo. Sólo cuando en nuestro corazón se manifiesten, en su totalidad los frutos del Espíritu Santo, nuestra conversación será agradable para Dios.

Así que, hermanos, acerquémonos lo máximo a Dios para que, tanto en la oración (conversación perfecta), como cuando hablemos entre nosotros, haya esa conversación perfecta que dignifique a Dios.

Dios nos bendiga

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