martes, marzo 09, 2010

Nieve

Venid luego, dirá Jehová, y estemos á cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos: si fueren rojos como el carmesí, vendrán á ser como blanca lana.
Isaias 1:18

Ayer, en Catalunya (por lo menos) hubo una gran nevada. Hasta en Terrassa (donde yo vivo) nevó y dejó todo blanco. Fui en tren a la universidad y por el camino veía como todo el paisaje que antes era verde ahora era blanco, eran imágenes increibles. Por lo menos, todo el mundo se le veia más feliz por la sorpresa de encontrar que lo que antes estaba de otro color, ahora era blanco.

Viendo esto pensé en este versículo de Isaïas que de pequeño había aprendido de memoria pero hacia mucho tiempo que no lo leía. Haciendo referencia a nuestra (mi) infancia, recuerdo cuando nos explicaban (incluso con canciones) que nuestro corazón es negro por el pecado, entonces sólo con el rojo, puede convertirse en blanco, me costó entenderlo.

Ayer vimos como es la nieve, blanca, no deja espacio de suciedad a menos que la pisemos con los pies sucios. El Señor Jesús en este versículo nos demuestra que nuestro corazón estaba sumido en pecado (Él no puede aceptarlo por Su Santidad), entonces en el momento que creemos en Él y nos arrepentimos de nuestros pecados, Él, con Su sangre nos limpia (color grana (color de la vestidura de nuestro Señor Jesús) o rojo)y lo convierte en blanco como la nieve, no hay limpieza igual.

Hermanos, Dios nos bendiga y nos ayude a darnos cuenta de que, pese a no merecerlo Él convirtió lo sucio y podrido de nuestro corazón en algo blanco como la nieve o la lana.

1 comentario:

Noemi dijo...

jajaj MUY BUENA!!!
AMÉN HERMANOOO!!! :)