Eclesiastés 4:8
Ya estamos con vosotros otro día más gracias al Señor. El sábado actualicé sobre el versículo 7 del capítulo 4, donde Salomón sentenciaba una frase perfecta: "Yo me volví otra vez, y vi vanidad debajo del sol." Sobretodo la última parte, vió vanidad debajo del sol. No es que viera un poco de vanidad o bastante vanidad, sino que la vanidad estaba allí, no había que buscarla, se veía.
En el versículo se nos muestra un tipo de vanidad. Ya hemos visto muchos tipos de vanidad que al fin y al cabo son lo mismo. En este caso vemos a un hombre solo, sin descendencia ni hermano, esto es importante porque no tiene a quien entregarle sus bienes cuando muera ya que antes todo se entregaba a descendencia masculina.
Aun así el tal hombre nunca descansa, siempre trabaja, y nunca se cansa de codiciar y conseguir más y más riquezas. Dice que sus ojos no se sacian de sus riquezas.
Finalmente vemos que no reflexiona, no busca la respuesta a preguntsa como: ¿Para quien trabajo? Todo eso le da igual, solo le importan las riquezas y el trabajo.
Tonto ¿verdad? o necio... Realmente si. Pero todos somos iguales. Por suerte o por desgracia (el Señor sabe porqué) todos somos como el hombre al que describía Salomón, quizás no con cosas como las riquezas, pero todos tendemos a ser vanos (por lo menos yo lo he comprobado incontables veces en mi propia vida).
¿Hay algo que estés haciendo en vanidad sin contar con Dios? Este hombre había convertido un medio (medio para ganarse la vida, comer, etc.) en un fin en sí mismo. ¿Puede que estés haciendo esto con algo en tu vida?
Os animo a que reflexionéis sobre esto con la ayuda de Dios, buscándole en oración y pidiéndole que os muestre si hay algo vano en vuestra vida que Él pueda cambiar.
Que Dios nos ayude a hacer Su voluntad y buscarle realmente quitando todas las vanidades.
Amén.
En el versículo se nos muestra un tipo de vanidad. Ya hemos visto muchos tipos de vanidad que al fin y al cabo son lo mismo. En este caso vemos a un hombre solo, sin descendencia ni hermano, esto es importante porque no tiene a quien entregarle sus bienes cuando muera ya que antes todo se entregaba a descendencia masculina.
Aun así el tal hombre nunca descansa, siempre trabaja, y nunca se cansa de codiciar y conseguir más y más riquezas. Dice que sus ojos no se sacian de sus riquezas.
Finalmente vemos que no reflexiona, no busca la respuesta a preguntsa como: ¿Para quien trabajo? Todo eso le da igual, solo le importan las riquezas y el trabajo.
Tonto ¿verdad? o necio... Realmente si. Pero todos somos iguales. Por suerte o por desgracia (el Señor sabe porqué) todos somos como el hombre al que describía Salomón, quizás no con cosas como las riquezas, pero todos tendemos a ser vanos (por lo menos yo lo he comprobado incontables veces en mi propia vida).
¿Hay algo que estés haciendo en vanidad sin contar con Dios? Este hombre había convertido un medio (medio para ganarse la vida, comer, etc.) en un fin en sí mismo. ¿Puede que estés haciendo esto con algo en tu vida?
Os animo a que reflexionéis sobre esto con la ayuda de Dios, buscándole en oración y pidiéndole que os muestre si hay algo vano en vuestra vida que Él pueda cambiar.
Que Dios nos ayude a hacer Su voluntad y buscarle realmente quitando todas las vanidades.
Amén.
1 comentario:
Muchas gracias. Fue de grAn bendición.
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