viernes, julio 10, 2009

Eclesiastés 1:16-18

Hablé yo en mi corazón, diciendo: He aquí yo me he engrandecido, y he crecido en sabiduría sobre todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; y mi corazón ha percibido mucha sabiduría y ciencia.
Y dediqué mi corazón a conocer la sabiduría, y también a entender las locuras y los desvaríos; conocí que aun esto era aflicción de espíritu.
Porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia; y quien añade ciencia, añade dolor.

Eclesiastés 1:16-18


Hoy vamos a seguir con las lecturas en Eclesiastés y acabaremos el primer capítulo. Haremos del versículo 16 al 18.

Salomón reflexiona para con él mismo y dice que ha crecido en sabiduría, ha sido más sabio que todos sus predecesores y también dice que su corazón ha percibido o conseguido mucha sabiduría y ciencia. Dice que se ha dedicado a conocer la sabiduría y a entender locuras y desvaríos. O sea que ha estado investigando muchas cosas que en un principio parecían interesantes y fascinantes para descubrir. Esto refleja que los humanos siempre nos deleitamos en buscar cosas nuevas, investigar e inventar, buscar el porque de las cosas, etc. Y esto está bien pero al final Salomón dice que todo esto era aflicción de espíritu y luego dice que donde hay mucha sabiduría hay mucho sufrimiento y quien añade ciencia añade dolor.

Increibles declaraciones ¿no? Está claro que el Señor quiere que seamos sabios y que busquemos la ciencia (como conocimiento) pero aquí Salomón dice que solo traen problemas. ¿Porque?

La clave está en las prioridades. Salomón se dedicó de lleno a estudiar estas cosas, dice que "de corazón" se dedicó a estas cosas. Puso todo su empeño y esfuerzos seguramente. Pero, ¿que fallava?
¿Dónde estava Dios? Dios quiere que seamos sabios y entendidos, si, que busquemos la sabiduría pero con Él guiándonos. Podemos ser los más sabios del mundo pero si Dios no está con nosotros de nada nos servirá todo eso. Esto me recuerda al versículo que dice aquello de:

Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? (Mateo 16:26)

La clave aquí creo yo que es poner a Dios en Su lugar. Busquemos la sabiduría, sí, pero antes a Dios y Él nos dará todo lo que necesitamos. También recuerdo otro versículo que dice:

Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
(Mateo 6:33)

Claro que Salomón veía como el fin de esto era aflicción, sufrimiento y dolor, porque todo esto, sin Dios, es eso, nada.

Como conclusión que saco creo que todas las cosas por muy buenas que sean si no son hechas teniendo en cuenta a Dios o siendo guiados por Él al final no van a dar el fruto correcto.

Que Dios os bendiga, amén.

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