Ecc 4:13 Mejor es el muchacho pobre y sabio, que el rey viejo y fatuo que no sabe ser aconsejado. Ecc 4:14 Porque de la cárcel salió para reinar; mientras el nacido en su reino se hizo pobre.
Ecc 4:15 Vi todos los vivientes debajo del sol caminando con el muchacho, sucesor, que estará en lugar de aquél.
Ecc 4:16 No tiene fin todo el pueblo que fué antes de ellos: tampoco los que vendrán después estarán con él contentos. Y esto es también vanidad y aflicción de espíritu.
El primer versículo nos pone en mente la importancia del rango social. Nos viene a decir que el alto rango (rey), si no es sabio, y, por tanto, no se deha aconsejar, no tendrá la felicidad porque solo la sabiduría la produce, y, como sabemos el principio de sabiduría viene del temor de Dios (proverbios). Trayéndolo a un aspecto más real el "muchacho sabio," aunque fuera un caso supuesto por Salomón, corresponde, en aquel caso previsto por el Espíritu Santo, a Jeroboam, entonces un joven pobre pero valiente, una vez "esclavo" de Salomón, y ordenado por Dios por medio del profeta Ahías para ser heredero del reino de las diez tribus que habían de ser arrancadas a Roboam. "El rey viejo y fatuo" corresponde a Salomón mismo, quien había perdido su sabiduría cuando, desafiando las dos advertencias de Dios, hubo abandonado a Dios. No supo, o no quiso, ser aconsejado.
El segundo versículo podría tener como ejemplo a José, quien fue elevado de un calabozo para ser señor de Egipto. Las palabras de Salomón fueron dirigidas por el Espíritu de tal manera que corresponden virtualmente a Jeroboam, quien se escapó de ser "encarcelado" y muerto por Salomón, y fué a Sisac de Egipto. Este presagio inconsciente de su propia condena, y de la de Roboam, constituye la ironía.
El versículo 15 habla de la sucesión de rey y del aclamo popular que tuvo el nuevo rey, ya que, como vemos, dice que todos los seres vivientes iban con él.
El 16 nos viene a decir que ellos ahora adoran a un sol naciente, el heredero aparente, yo consideré que no hay "fin de todo lo que fué antes de ellos," es decir, de la generación pasada; así "también los que vienen después," la próxima generación, "no se gozarán en él," en Roboam.
Como conclusión, desear que Dios nos bendiga a todos y que veamos, claramente, que la vanidad sólo puede ser vencida con la sabiduría y ésta viene del temor de Dios
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