sábado, julio 18, 2009

Eclesiastés 2:25,26

Antes de empezar con el estudio-devocional del dia de hoy, quería daros las gracias a todos aquellos hermanos y hermanas que orasteis ayer por la operación de mi abuela. Fue larga (6 horas) pero las oraciones se notaron y realmente Dios la cuidó y la bendijo y todo fue bien, según Su voluntad. Así que, primero, gracias a Dios y después gracias a todos vosotros. Dios os ayude y os bendiga.


Ecc 2:25 Porque ¿quién comerá, y quién se cuidará, mejor que yo?
Ecc 2:26 Porque al hombre que es bueno delante de Dios, él le da sabiduría y ciencia y alegría, mas al pecador le dio la ocupación de que allegue y amontone, para que dé al bueno delante de él. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.

El versículo 25 es toda una declaración de experiencias vividas de Salomón. Es como si dijera: yo e vivido tantos placeres en esta vida que, ¿quién me discutirá sobre la vanidad de estos?. Salomón superaba en experiencia a todos, nadie podría competir con él en ese aspecto.
Literalmente la palabra cuidará sería se apresurará en pos de los placeres.
Salomón viene a decir: Si yo, pues, con todas mis oportunidades placenteras no pude absolutamente obtener el placer sólido de mi propia producción, aparte de Dios, ¿quién lo puede hacer?.

El piadoso Salomón tenía satisfacción en sus riquezas y sabiduría, cuando Dios se las daba (2 Crónicas 1). El Salomón apóstata no tuvo felicidad cuando la buscaba en ellas aparte de Dios; las riquezas que él atesoró llegaron a ser el botín de Sisac (2 Crónicas 12). En conclusión de este versículo vemos que lo que da el Señor no lo puede dar nada, entonces aprovechemos eso para adorarle y no para nuestros propios deleites.

Dios os bendiga mucho y realmente entendamos que el placer no sirve de nada y solamente Dios nos da aquello útil, mediante su mano misericordiosa.

2 comentarios:

Isma y Jordà dijo...

Amén, gloria a Dios

Unknown dijo...

Gloria al SR, Dlguarde mucho gracias