jueves, agosto 20, 2009

Eclesiastés 5:6

No dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del ángel, que fue ignorancia. ¿Por qué harás que Dios se enoje a causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos?
Eclesiastés 5:6

Seguimos con la misma idea en el versículo 6. Lo mismo que ayer comentaba Jordà. Hemos de aprender y ejercitarnos en el "arte" de controlar nuestra boca. Saber cuando callar y cuando hablar. Y eso es algo que solo el Espíritu Santo de Dios nos puede dar. Solo es en una actitud de sumisión a Dios y de obediencia a Él cuando aprenderemos a descansar en Él y saber tener controlada nuestra boca en situaciones conflictivas (por ejemplo) o cuando tenemos en mente algun plan y rápidamente se lo queremos decir a Dios y hacer nuestra voluntad, bueno quizás es mejor callar, esperar y ponerlo en manos de Dios.

En definitiva yo veo que esto de controlar la boca tiene mucho que ver con controlarnos a nosotros en el sentido de confiar en Dios, dejar que Él haga en nuestra vida, que Él controle y guie. Así será mucho más fácil mantenernos callados cuando debamos hacerlo, ¿Porque no ibamos a estarlo si confiamos en que tenemos de nuestro lado al Dios de todo el universo?

Así no pasará lo que pone al final, el Señor no se enfadará con nosotros por nuestras palabras de más o nuestras obras de más (cuando hacemos algo sin el consentimiento de Dios) y el Señor no destruirá la obra de nuestras manos, que si está guiada por Él tiene que ser buena y agradable.

Que Dios os bendiga.
Amén.

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