Humildad

Con toda humildad y mansedumbre, con paciencia soportando los unos á los otros en amor

(Efesios 4:2)

Brevemente, comentar este versículo. Pablo, inspirado por el Espíritu Santo nos habla de como debemos actuar los cristianos.

Primeramente nos habla de la humildad. Un cristiano debe ser humilde porque el mismo Dios fue humilde. Siendo Dios se hizo hombre, siendo Dios murió por nosotros, siendo Dios se preocupó por cada uno de nosotros y se hizo gusano (salmo 22). Como imitadores de Cristo nuestra actitud debe ser de humildad absoluta. No debe ser algo aparente, debe ser una humildad real, una humildad vivida. Una bajeza del espíritu que seria la traducción más literal. Bajar hasta lo sumo, porque Dios mira al humilde, como nos dice la Palabra.

Nos da otro adjetivo mansedumbre. Son dos palabras que van muy unidas semánticamente. Humildad y mansedumbre no significan lo mismo pero se complementan a la perfección. Solo el corazón humilde puede ser manso. La mansedumbre significa la disposición de nuestro corazón de aceptar y abordar cualquier cosa, ya sea como prueba o como bendición que Dios tenga para nosotros sin que nuestro corazón se resista. Cristo mismo fue manso y humilde de corazón.

Después nos habla de la paciencia. Si cumplimos los dos primeros requisitos, la paciencia vendrá y nos permitirá soportarnos los unos a los otros en amor.

Acabando ya, me gustaría destacar el soportar. No significa aguantar porque son pesados, sino evitar que caigan. Una de nuestras funciones es evitar que nuestros hermanos caigan, soportarlos aguantándolos.

Dios nos bendiga a todos, lo necesitamos y que vivamos en esa humildad y mansedumbre que nos mostró el Señor Jesús cada día de Su vida.