martes, febrero 24, 2009

Militar

Ninguno que milita se embaraza en los negocios de la vida; á fin de agradar á aquel que lo tomó por soldado
2a Timoteo 2:4
Creo que es un versículo muy claro, muy simple, pero a la vez muy falto para los cristianos. La enseñanza de este versículo está en infinidad de versículos en la Bíblia. No podemos servir a dos señores.
Un soldado debe dedicarse plenamente a sus funciones militares y dejar los negocios mercantiles o de cualquier tipo que no sean, directa o indirectamente el mundo militar.
Este versículo lo entenderemos mal si nos basamos en que debemos dedicarnos a la vida monástica, es decir, a aquella vida apartada del mundo. No es así, el mismo Pablo se dedicaba a hacer toldos. Lo que nos insta este versículo es a no enredarnos con las cosas del mundo. A no poner nuestra alma en esas cosas. Nuestro fin, nuestra meta, debe ser agradar a Dios. Y para agradarle, debemos cumplir Su voluntad.
En definitiva, Dios nos amó y nos llamó, respondimos a ese llamamiento y desde entonces ya somos hechos Hijos suyos, por tanto vivamos una vida plenamente cristian con Él.

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