El llamado del Señor

Exo 3:1 Y APACENTANDO Moisés las ovejas de Jethro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas detrás del desierto, y vino á Horeb, monte de Dios.
Exo 3:2 Y apareciósele el Angel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza: y él miró, y vió que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía.
Exo 3:3 Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora, y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema.

Muy brevemente comentar esto:

El llamado del Señor no siempre es igual para todos sus hijos. El llamado que le hizo a Abraham es diferente que el que le hizo a Moisés. El Señor sabe como tratar con cada uno de Sus hijos, sabe la manera de hablarle a uno y a otro porque nos conoce, porque nos creó y porque conoce todo lo que haremos. Por esa razón oigamos el llamado del Señor, no intentemos hacernos los duros de oídos para que, de esta manera el Señor actue en nosotros como Él quiere.

Que así sea