jueves, noviembre 20, 2008

Ya no más ciegos

Mar 10:46 Entonces vienen á Jericó: y saliendo él de Jericó y sus discípulos y una gran compañía, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando.
Mar 10:47 Y oyendo que era Jesús el Nazareno, comenzó á dar voces y decir: Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí.
Mar 10:48 Y muchos le reñían, que callase: mas él daba mayores voces: Hijo de David, ten misericordia de mí.
Mar 10:49 Entonces Jesús parándose, mandó llamarle: y llaman al ciego, diciéndole: Ten confianza: levántate, te llama.
Mar 10:50 El entonces, echando su capa, se levantó, y vino á Jesús.
Mar 10:51 Y respondiendo Jesús, le dice: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dice: Maestro, que cobre la vista.
Mar 10:52 Y Jesús le dijo: Ve, tu fe te ha salvado. Y luego cobró la vista, y seguía á Jesús en el camino.

Una historia que todos conocemos seguramente. Si miramos al ciego, vemos que no paraba de dar voces y que le daba igual lo que le dijeran, Él quería recibir la bendición del Señor, luchó por llegar a Él, y el Señor le respondió con un milagro.
La lección que el Señor nos quiere enseñar aquí podría ser que debemos estar siempre anhelando Su presencia, Su salvación, Sus milagros en nuestra vida (en el sentido espiritual). Muchas veces nos "acostumbramos" a ser cristianos y todo acaba en una rutina diária aburrida y pesada. Debemos saber que ser cristiano no es una rutina, que debemos estar SIEMPRE al pie del cañón con el Señor y con ese deseo ferviente de querer seguir-le siempre y de buscar-le, aunque estemos ciegos, o cojos, le pidamos al Señor vista o que nos sane las partes de nuestra vida que no estan bien del todo. Porque así podremos acercarnos más a Él y ser bendecidos con su indescriptible gracia y misericordia.

Al final el texto dice que la fe del ciego el salvó, el Señor le dió la vista y siguió al Señor Jesús en el camino. Que bueno que nosotros también le sigamos en el camino y que perdida de tiempo si no lo estamos haciendo, pues el Señor dice en Su Palabra:

Lucas 11:23 El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.

No perdamos el tiempo, y vayamos como el ciego a buscar al Señor cada día, para que nos de su luz y su guia.

Que el Señor bendiga Su Palabra.
Amén.

No hay comentarios: