viernes, noviembre 07, 2008

Jonás 3::9-10

Jon 3:9 ¿Quién sabe si se volverá y arrepentirá Dios, y se apartará del furor de su ira, y no pereceremos?
Jon 3:10 Y vió Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino: y arrepintióse del mal que había dicho les había de hacer, y no lo hizo


El rey de Nínive ve, a través de Jonás una llamada real, un aviso y él, juntamente con todo el pubelo se arrepiente. Por el mero hecho de que Dios enviara a una persona a anunciarles, eso significaba que había posibilidad de perdón.

Lo más "alucinante" y perdonad la expresión, es que solo ese aviso de Jonás les hizo sacrificarse, quitar todos sus ídolos, y salir de su mal camino. Iría bien que eso nos sucediera a nosotros, el Espíritu Santo nos avisa cuando hacemos algo que no está en la Voluntad de Dios, en ese m0omento, pese a que el sacrificio sea muy grande, debemos dejarlo, debemos apartarnos del mal para que, de esta manera, Dios, nos perdone. Él nos da la oportunidad de perdonarnos, como hizo con Nínive, ahora bien, ¿nosotros estamos dispuestos a arrepentirnos?.

El siguiente punto puede resultar conflictivo pero ya verán como no. ¿Como puede Dios arrepentirse de algo que había dado por seguro? había dicho que en 40 días sería destruïda la ciudad incondicionalmente. Bien, la única explicación a eso, es que Él sabía que era la única manera de alentarlos a dejar el mal. No mintió, advirtió para ayudar, quiero que quede bien claro.

Que bueno sería que nosotros fuéramos como Nínive, que después de todo el pecado que hacemos nos arrepintiéramos, sacrificandonos, para que, de esta manera, "dejáramos de pecar" y pudiéramos acercarnos más a la santidad que Dios quiere para cada uno de nosotros.

Dios les bendiga

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