jueves, noviembre 06, 2008

Jonás 3: 6-8

Jon 3:6 Y llegó el negocio hasta el rey de Nínive, y levantóse de su silla, y echó de sí su vestido, y cubrióse de saco, y se sentó sobre ceniza.
Jon 3:7 E hizo pregonar y anunciar en Nínive, por mandado del rey y de sus grandes, diciendo: Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna, no se les dé alimento, ni beban agua:
Jon 3:8 Y que se cubran de saco los hombres y los animales, y clamen á Dios fuertemente: y conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que está en sus manos.

Vemos que al final la noticia llega hasta el rey de Nínive. Y en ese momento él también se arrepiente y llega a decretar el ayuno. Manda también que la gente se vista de saco, que como explicó Jordá era un símbolo de la humillación del pueblo en este arrepentimiento. Igualmente también hacen que los animales no coman ni beban nada, eso era así porque los persas estaban acostumbrados a utilizar a los animmales en sus ceremonias tristes o fúnebres.

Y el rey llega a decretar que todos clamen a Dios y que se conviertan o se arrepientan de su mal camino.
Aquí vemos como el arrepentimiento produce unas obras. Es decir, no es un arrepentimiento muerto o falso que solo es exterior sino que verdaderamente este pueblo esaba arrepenetido, y vemos como así es que hasta el mismísimo rey se quita sus ropajes reales y se viste de saco mostrando así su aflicción y humillación y todos oran fuertemente al Señor para ser salvos del castigo.
No era arrepentimiento sólo teórico sino que también lo pusieron en práctica, pues era verdadero.

Que el Señor os bendiga.

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