martes, noviembre 04, 2008

Jonás 3:4,5

Jon 3:4 Y comenzó Jonás á entrar por la ciudad, camino de un día, y pregonaba diciendo: De aquí á cuarenta días Nínive será destruida.
Jon 3:5 Y los hombres de Nínive creyeron á Dios, y pregonaron ayuno, y vistiéronse de sacos desde el mayor de ellos hasta el menor de ellos.

Como ayer nos dijo Ismael, Jonás decide ir, por mandato de Dios a Nínive y, tal como dice el primer versículo les da un anuncio, un anuncio que no es nada agradable. En ese pregón o anuncio también había una esperanza, la esperanza que él mismo había tenido por la misericordia de Dios, que pese a desobedecer, cuando se arrepintió, Dios le perdonó y le rescató.

En el siguiente versículo se ve el arrepentimiento de todo el pueblo. La pregunta consiguiente a este versículo es ¿por qué ayunaron?, ¿por qué se vistieron de sacos? en el pueblo judío y en gran parte de Mesopotamia, se mostraba el símbolo exterior, de acuerdo con el sentimiento interior de cada persona, por esa razón esta vestimenta demuestra la humillación que tenía todo el pueblo. El arrepentimiento del pueblo no perteneció a unos pocos, sino que fue total, todos los estamentos del pueblo se arrepintieron y se humillaron.

La importancia de arrepentirnos es vital. El arrepentirse no significa, que mal lo he hecho, lo siento, no. El arrepentirse es un me he equivocado, lo siento y, no volverá a pasar. Si nos arrepentimos y seguimos pecando es una tonteria, y además el Señor, al ver que no cumplimos con nuestra parte no podrá bendecirnos.

Que Dios les bendiga y nos enseñe el verdadero arrepentimiento que viene dado por la eliminación del yo y la tiernez del corazón.

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