Buenas noches, os pongo en situación. Hoy actualizaremos los dos juntos, ya que mañana nos vamos a Francia de retiro de jóvenes. Nuestra idea hoy, es hablaros de un tema que, actualmente, se ve de una manera distinta a la visión bíblica mostrada por Cristo, éste es la palabra "humildad".
El versículo que nos ha gustado, aconsejado por un hermano ha sido Isaias 57:15 que dice así:
Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.
Este versículo, pese a ser corto, comporta una larga experiencia espiritual. Está pensado primeramente para los judíos, puesto que, se refiere a la soberbia y al orgullo que hicieron que este pueblo bendecido por Dios, negara la deidad de Jesús cuando vino a morir en la Cruz puesto que ellos esperaban un Dios que reinara y no una persona tan humilde como lo fue el Señor Jesús. Aún, posteriormente, después de la próxima venida del Señor, muchos judíos negarán esa realidad, ya que su corazón sobervio lo negará.
Con esto, no somos antisemitas, ni mucho menos. Es el pueblo que Dios escogió y por tanto merece un respeto. En esto, queremos destacar que nosotros, habiendo estado en su situación haríamos lo mismo ya que somos igual de orgullosos y vanidosos.
El versículo empieza definiendo la magnificéncia de nuestro Dios. Se nos dan los siguientes atributos:
Alto: elevado sobre la tierra, noble, santo, excelente, más elevado en relación a otro término inferior. (Isaias 6:1, Salmo 83:18). Además dice que habita en la altura, no solo que sea alto sinó que habita en la altura.
Sublime: distintivo de grandeza, senzillez admirable, excelso, eminente de elévación extraordinaria. (salmo 118:16)
Que habita la eternidad: creemos, desde nuestro humilde punto de vista, que se refiere a que Dios envuelve la eternidad, es antes y despues, por tanto no es que habite EN la eternidad sino que habita la eternidad. Es difícil de entender pero creemos eso. (Salmo 93:2)
Cuyo nombre es el santo: el tres veces Santo, queda claro. Es el único que tiene la Santidad única y verdadera. (Isaias 6:3). No solo que sea Santo sinó que habita en la propia Santidad.
Hasta aquí hemos visto la definición infravalorada de los atributos de Dios. Infravalorada porque nunca, hasta que seamos llamados a Su preséncia, seremos capaces de entender, expresar o conceptualizar todo lo que representa el ser perfecto de Dios.
Ahora viene la parte en la que, en un principio nos queríamos centrar. La parte de la humildad. Dios habita con el quebrantado y humilde de espíritu. Esto contrasta con la santidad en la que Él habita. Esta relación divinal entre lo perfecto y nosotros, los cuales, somos sucios pecadores, yo el primero, es, cuanto menos, impactante. Decimos esto al pensar, en que un Ser tan Santo, habite en seres que no somos santos, aquí se manifiesta su humildad, bondad, misericordia, entre sus otras muchísimas virtudes.
Dios solo puede habitar en el quebrantado y humilde. Primero de todo necesita que ese espíritu sea humilde, humillado por Él y, después de esto, que Él lo quebrante. Si intentamos hacerlo al revés nos equivocaremos ya que nos humillaremos quizá con rebeldias o, simplemente, intentaremos agradar durante un momento de lloro a nuestro propio ego. Parece una controversia, humillarse para alimentar nuestro ego pero a muchos creyentes lo hacemos somos humildes ¡por ego! ¡que verguenza! delante del mismo Cristo que se humilló por nosotros por amor, sin esperar nada a cambio y nosotros, necesitamos alimentar nuestro ego con esa teórica y falsa humildad.
La tercera parte, y ya acabamos con esto, se refiere a hacer vivir el espíritu de los humildes y vivificar el corazón de los quebrantados. ¿Qué significa esto? Que siendo Dios Santo (1a parte) teniendo nosotros que humillarnos y posteriormente ser quebrantados (2a parte), Dios no nos va a dejar solos, en ningún momento, antes lo contrario, va estar con nosotros y en nosotros para vivificarnos y darnos vida cada día. Ésto ocurrirá solo si estamos realmente humillados y quebrantados.
¿Cuando fue la última vez que lloraron por Cristo? ¿Cuando ustedes se quebrantaron y rogaron de rodillas por algun hermano, por alguna enfermedad o, para darle las gracias? Creo que es importante plantearnos si realmente tendimos a humillarnos en el quebrantamiento o, por el contrario, no lo hacemos.
Hay una frase final sacada de un libro que nos ha parecido interesante para concluir el tema y es la siguiente: "La humildad vence donde la fuerza es impotente"
Dios os bendiga en todo y, que realmente, en vuestra vida haya y se vea, se note, la expresión de amor de Cristo, la cuál, excede a todo conocimiento.
Pd:Estaremos en Francia éstos últimos dias! (weno tres) de mientras actuliazará Noemi, a la que le dejamos la custodia de éste, nuestro blog. Estamos seguros que lo hará lo mejor posibles con la ayuda del Señor.
Dios os bendiga mucho!!! Y a pasarlo bien^^
Que conste, la entrada la he escrito yo (jordà) i la posdata isma, no sé si lo habréis notado.
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