Perdonad por tardar tanto en actualizar, ha habido un malentendido entre isma y yo, porque yo pensaba que le tocaba a él, pero me equivocaba.
Hoy voy a seguir compartiendoos cosas de Aransa, voy a seguir tratando del amor de Cristo y el que nosotros debemos darle.
Volvamos al versículo siguiente del citado el otro día referente a la Iglesia de Éfeso en Apocalispsis 2:5
Recuerda por tanto de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré presto á ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido
Me quiero centrar en el arrepentirse en primer término. Si hay arrepentimiento debe haber onsciencia de error, y por tanto, a partir de allí debe haber un cambio de mente, un cambio de manera de pensar. En ese arrepentimiento debemos llegar a pensar como Dios piensa, a dejar toda la racionalidad de lado porque no hay nada más irracional para el hombre que la Cruz de Cristo.
Debemos entregarnos, estar dispuestos a entregarlo todo, decirle al Señor que aquí están todos mis planes, te los entrego todos, maneja tu mi vida. Hasta que tu no te muevas yo no me moveré.
No tenemos ni idea de lo que Él dejó por mi, por ti, por todos, porque me amó y se entregó, la pregunta obligada es: ¿yo me entrego a Él? Si no es así realmente es que somos unos sinvergüenzas, y yo el primero de todos.
Amémosle con un amor incondicional sin preocuparnos por nada más que amarle, Él proveerá todo lo que nos falte y, cuando vivamos en esa entrega, despreciados por el mundo, es cuando realmente viviremos como el Señor quiere que vivamos, en busca de la santidad.
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