Camino correcto

Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?
Mas espero que conoceréis que nosotros no estamos reprobados.
2ª Corintios 13: 5,6

En el día de hoy, buscando como actualizar he llegado a este versículo. Muchas veces nos liamos mucho cuando toca hablar del Señor, y el Señor no se complicó ni hizo grandes tesis ni nada, hizo y dijo lo que tuvo que decir y hacer. Nada más ni nada menos. Él sabia lo que tenía que decirnos para salvarnos, demasiada sabiduria llevaría a que la cruz se hiciera vana por palabrerías, pero el Señor es muy sabio y sabía como tocar nuestros corazones, y con lenguaje sencillo, con parábolas, lo hizo, y nos covirtió a Él.

Creo que una de las premisas de un creyente es estar firme en el evangelio y en los mandatos del Señor. Aveces, la propia inercia nos lleva a apartarnos de Dios y de Sus caminos y este versículo nos llama a pararnos, reflexionar y mirar a Dios.

Pablo nos insta a examinarnos a nosotros mismos, a saber si estamos corriendo la buena carrera, por el buen camino que el Señor quiere. También dice en forma irónica que sabemos que el Señor Jesús está en nosotros. Creo que lo que quiere decir es que si tenemos al Señor en nuestro interior, o al Espíritu Santo (que todos los creyentes lo tenemos), sabremos discernir si estamos haciendo la voluntad de Dios o no a la hora de examinarnos.

Debemos volver a los caminos del Señor, pues como humanos siempre tenemos esa tendencia a hacer la nuestra, separarnos del Señor. Por lo menos es una ley que en mi he visto cumplida, que la carne y los deseos humanos son muchas veces más fuertes que mi compromiso con el Señor.

Por eso debemos examinarnos y tener claro que estamos en la senda correcta, para que el Señor nos bendiga con Su Espíritu Santo y para que hagamos lo que Él quiere siempre, como buenos siervos que somos.

Que el Señor nos ayude a estar en Su voluntad y que cuando nos apartemos un poco, sepamos examinarnos y volver a sus veredas.
Gracias a Dios por todo lo que nos da!
Amén.