Estamos un poco liados Jordá y yo y por eso nos vamos olvidando de que nos toca actualizar. Intentaremos ser más constantes a partir de ahora y actualizar dia a dia sin falta, os pido un poco de paciéncia porque somos un poco despistados.
El pensamiento que quiero dejar hoy trata sobre nuestras imperfecciones. Nosotros tenemos muchos muchísimos defectos, el Señor lo sabe. Muchas veces nos entristecemos porque vemos que no paramos de hacer las cosas mal, o porque no podemos llegar a ser lo que el Señor quiere que seamos, etc. Vemos que nuestra capacidad es limitada y que fallamos, y mucho.
Eso es normal debido a nuestra naturaleza pecadora. Nuestra manera de ser que tiende más a alejarse de Dios que a acercarse. Por eso el Señor nos dio el Espíritu Santo en nuestro interior, para que nos guiara por el buen camino.
La reflexión que quiero dejar es que no somos nosotros quien tenemos que hacer la obra. Es decir, no debemos esforzarnos carnalmente para hacer lo que creemos que Dios quiere de nosotros. Al contrario debemos morir a nosotros mismos, al "yo", y dejarle al Espíritu de Dios que guie integramente nuestra vida, así nos irá bien siempre.
Aun así hemos de aprender y el Señor nos enseña, y en este camino largo de caidas, de subidas y bajadas el Señor nos dice que estemos tranquilos, que confiemos en Él y que siempre poniendo la mira en Él sigamos adelante.
Estando confiado de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;
(Filipenses 1:6)
Y si no creeis en el Señor aun, os insto a que lo intenteis, a que veáis como es cuando el Espíritu de Dios guia tu vida por completo. No os arrepentireis.
Que el Señor os bendiga. Amén.
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