sábado, marzo 28, 2009

No somos nada

Me gusto mucho Spurgeon, en su libro "solamente por gracia" este apartado, en el que se muestra que los hombres no somos nada por nosotros mismos.

Cristo, cuanto aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos (Rom.5:6)

Aquí vemos la incapacidad consciente socorrida: socorrida por la intervención del Señor Jesús. Nuestra nulidad es completa. No está escrito: «Cuando aún éramos comparativamente débiles, Cristo murió por nosotros,» o «cuando solo teníamos un poco de fuerza,» sino la afirmación es absoluta, sin limitación, «Cuando aún éramos débiles.» Nos faltaba toda fuerza para ayudarnos en la obra de la salvación. Las palabras de nuestro Señor eran verdaderas, «Sin mí nada podéis hacer» (Juan 15:5). Podría ir más allá del texto y recordarte del gran amor con que el Señor nos amó, «aun estando nosotros muertos en pecados.» El hallarse muerto es aun peor que hallarse sin fuerzas.

El gran hecho en que el pobre pecador sin fuerzas debe fijar su mente y retener firmemente como único fundamento de esperanza, es la afirmación Divina que «a su tiempo murió por los impíos.» Cree en esto y toda incapacidad desaparecerá. Como dice la fábula del Rey Midas, quien todo transformaba en oro por su tacto, así se puede afirmar de verdad respecto a la fe que todo lo que toca vuelve bueno. Nuestras mismas faltas y flaquezas se vuelven bendiciones, cuando la fe entra en contacto con ellas.


Dios nos bendiga y nos muestre nuestra nulidad como personas para que se muestre su absoluta perfección en nosotros.

No hay comentarios: