sábado, marzo 07, 2009

Tranquilidad en Cristo

"Estando atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperamos; perseguidos, mas no desamparados; abatidos, mas no perecemos." 2a Corintios 4:8-9

Estos dos versículos son unos de los que más me ayudan en momentos en que lo estoy pasando mal y creo que no podré soportar algo o simplemente en momentos de pruebas difíciles que se me presentan.

Cuando los leo me dan una tranquilidad instantánea porque se nos diferencia tanto de las personas del mundo en este versículo... Sobretodo en las últimas palabras: abatidos, mas no perecemos. Yo, y seguro que todo el mundo, puedo ver a tantas personas cada día abatidas, cansadas de su vida y de su rutina... es normal ya que dependen sólo de sus propias fuerzas y, como sabemos, nosotros mismos no llegamos a ninguna parte. Sin Dios, tendríamos una angustia que no podríamos aguantar nosotros solos.

Por suerte, estando al lado del Señor, todo esto cambia: nos da siempre nuevas fuerzas y nunca nos dará más de lo que no podamos soportar. Pensando esto creo que nos tendría que ser mucho más fácil el día a día: con Él con nosotros, nada nos podrá vencer.

No hay comentarios: