En el día de hoy quiero compartiros acerca de poner en práctica aquello que aprendemos mediante la Palabra. Es la parte que, sinceramente, más me cuesta. La cuestión es ¿Por qué? Esa respuesta la intentaremos responder en el día de hoy.
Podríamos leer en Santiago 1, el versículo 22 que dice así:
Mas sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos á vosotros mismos
La respuesta está aquí, preferimos engañarnos, preferimos pensar que estamos haciendo la Palabra cuando únicamente la estamos oyendo. Creemos que la Palabra de Dios está en nuestro corazón, cuando únicamente está en nuestra cabeza. Sabemos mucho de la Bíblia ¿verdad? conocemos mucha doctrina, pensamos que somos sabios ante la Palabra, ¡mentira! todo lo que sabemos lo sabemos como Dios no quiere que lo sepamos.
Dios, en Su Palabra nos dice que debemos, primeramente guardarLa en el corazón y posteriormente ser hacedores, hacer lo que nos dice. Si no es así ¿que testimonio estamos dando? un mal testimonio porque la gente ve que sabemos intelectualmente de la Palabra, somos creyentes pero actuamos igual que ellos. No somos mejores que ellos, que quede claro, pero en el momento que creemos en Dios, el Espíritu Santo viene a morar en nosotros y, entonces, si le dejamos actuar en total libertad, seremos hacedores de la Palabra.
Terminando, que Dios les bendiga y que realmente todos no seamos solo oidores, sino también hacedores de la Santa Palabra de Dios.
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