miércoles, agosto 06, 2008

La puerta

Juan 10:7 Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.
Juan10:8 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas.
Juan 10:9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.

Ayer por la noche fuí a una fiesta de cumpleaños y nos repartieron unas tarjetitas con promesas del Señor Jesús. Estaban en inglés, pero las promesas eran tan conocidas que casi no hacía falta saber inglés para descifrarlas.
La que me tocó a mí decía así: "yo soy la puerta" y al final: "entra".

Esto me llamó la atención. Por su simplicidad. Muchas veces nos complicamos la vida tremendamente para hablar del Señor, y si Él no se complicó (pues estas son palabras del Señor Jesús) para que lo vamos a hacer nosotros?
Lo único que nos dice el Señor aquí es que no hay otro camino, Él es la única puerta a Dios Padre, a la salvación de nuestras almas tanto en este mundo como en la vida eterna. Salvación de nosotros mismos por una parte, y más que nada salvación de un juicio venidero por el que habremos de dar cuenta de nuestros actos y de nuestra infidelidad a Dios si no le hemos aceptado para que nos salve.
Es como un regalo. El mejor que he abierto nunca. Os recomiendo que lo abrais si aún no lo habéis hecho, no os arrepentireis.

Que el Señor nos bendiga.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muchas veces en la sencillez del evangelio encontramos las mas grandes joyas.Saludos.