En el día de hoy quiero compartir muy brevemente un versículo muy conocido por todos que se encuentra en 1a de Juan 3:16
En esto hemos conocido el amor, porque él puso su vida por nosotros: también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos
El amor, el único amor Santo y totalmente definitorio es el de aquél que fue Entregado, Clavado, Muerto y Resucitado, el del Señor Jesús. El cuál se entregó siendo Dios, se humilló a sí mismo, hecho obediente (Filipenses 2).
¿Por qué razón? ¿Por qué Dios mismo murió por nosotros? ¿por unos sucios pecadores que no hacemos más que traicionarle? por amor, porque nos ama con amor perfecto, este amor no tiene envidia, no tiene interés, es benigno, es sufrido... (1a de Corintios 13:4-8).
Ahora nosotros, ¿amamos a nuestros hermanos? ¿los amamos tanto como para dar nuestra vida por ellos? yo, por desgracia no, y en esa falta de amor, el Señor nos dice que si Él se entregó por todos siendo Santo, siendo Dios mismo, porque a nosotros nos cuesta tanto ayudar a nuestros hermanos.
Bien, solo quería dejar esa reflexión, Dios les bendiga y que realmente cuando el Señor venga a buscarnos o nos llame a Su presencia podamos decir que hemos puesto nuestra vida por nuestros hermanos.
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