domingo, agosto 03, 2008

Dios de amor

Sof 3:14 Canta, oh hija de Sion; da voces de júbilo, oh Israel; gózate y regocíjate de todo corazón, hija de Jerusalén.
Sof 3:15 Jehová ha apartado tus juicios, ha echado fuera tus enemigos; Jehová es Rey de Israel en medio de ti; nunca más verás el mal.
Sof 3:16 En aquel tiempo se dirá a Jerusalén: No temas; Sion, no se debiliten tus manos.
Sof 3:17 Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos.
Sof 3:18 Reuniré a los fastidiados por causa del largo tiempo; tuyos fueron, para quienes el oprobio de ella era una carga.

Hoy Pedro ha predicado esto en la iglesia. Este libro es poco conocido, es uno de los profetas menores del final de antiguo testamento. Sofonías. Y esta parte es una parte muy suave, dulce, que nos gusta leerla. Es una parte dónde se habla del amor del Señor.
Pero decía Pedro que estas porciones de la palabra dulces y bonitas, etc. siempre vienen después de un juicio del Señor. Después de que el Señor haya juzgado la maldad del pueblo de Israel. Si miramos al principio del capítulo:

Zep 3:1 ¡Ay de la ciudad rebelde y contaminada y opresora!
Zep 3:2 No escuchó la voz, ni recibió la corrección; no confió en Jehová, no se acercó a su Dios.

Vemos la situación del pueblo rebelado de Israel. Se habla de una ciudad rebelde, contaminada y opresora. Esto se refiere a los ciduadanos de la ciudad. Luego además dice que se apartaron del Señor. Con todo y con eso, el Señor no los juzga y se olvida de ellos, no les dice que lo han hecho mal y les castiga (como es justo) y luego se va. No.
Después de haber hecho justícia, el Señor es un Dios bueno y de amor que llama a reconciliación a los que le traicionaron, a los que se apartaron de Él. Les indica el camino por el que seguir, les venda las heridas que Él mismo había hecho para que volvieran al buen camino, en definitiva, es fiel. Nos ama, y aunque seamos malos y hagamos cosas perversas, si vamos arrepentidos a Él, nos perdona. Y eso es porque nos ama.

Cuantas veces nos apartamos del Señor, hacemos "nuestra" vida y le giramos la cara. Lo pasamos mal, y todo por nuestra rebelión y nuestra culpa, nosotros mismos nos hacemos daño. Hasta que cuando vemos que separados de Él nada podemos hacer (cómo dice la palabra), nos volvemos a Él. ¿Y el Señor que hace? ¿Nos rechaza como hemos hecho nosotros? Al contrario, nos acoge en su seno, nos limpia con la sangre de Su Hijo Jesús y volvemos a ser sanos y a tener salud espiritual.
Que palabras más grandes y maravillosas, que el Señor nos ayude a no serle infieles y seguir en sus caminos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuanto amor de nuestro Padre, y de nuestro Salvador,¡Que deuda la nuestra! Realmente es asi, yo me siento en falta con ustedes, ya que los estuve visitando el verano del 2004 con mi hija Jael de Argentina, por lo que quedamos muy agradecidas, a Dios y a ustedes, por los días vividos, pero no los volví a contactar; navegando por informacion, encontre tu pagina, y me puso muy feliz por la tarea que has emprendido! Que Dios te bendiga, tengo en cuenta las oraciones, en especial a tu abuelo, muchos cariños y saludos a los hermanos, Marina.