miércoles, julio 08, 2009

Eclesiastés 1:4-11

Generación va, y generación viene; mas la tierra siempre permanece.
Sale el sol, y se pone el sol, y se apresura a volver al lugar de donde se levanta.
El viento tira hacia el sur, y rodea al norte; va girando de continuo, y a sus giros vuelve el viento de nuevo. Los ríos todos van al mar, y el mar no se llena; al lugar de donde los ríos vinieron, allí vuelven para correr de nuevo. Todas las cosas son fatigosas más de lo que el hombre puede expresar; nunca se sacia el ojo de ver, ni el oído de oír. ¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol. ¿Hay algo de que se puede decir: He aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido. No hay memoria de lo que precedió, ni tampoco de lo que sucederá habrá memoria en los que serán después.
(Eclesiastés 1:4-11)

Buenos días. Seguimos con el pequeño estudio de eclesiastés. Hoy toca del versículo 4 al 11.
En esta porción vemos como Salomón dice durante muchos versículos que "todo es lo mismo". Hay nuevas generaciones, sí, pero la tierra es igual, el viento hace siempre el mismo recorrido, el sol sale y se pone, y así continuamente. Los ríos van al mar, luego el agua se evapora y vuelve a empezar en el río esa corriente. Después de unos primeros versículos hablando de esto Salomón saca una conclusión:que todas las cosas son fatigosas. Más incluso de lo que el hombre puede expresar.

Esto a mí me suena a monotonía, a aburrimiento. Pero ¿todo es aburrido y monótono? ¡Claro que no!

Salomón aquí está hablando de la vida terrenal. Y esto me lleva a pensar que nuestra "diversión" nuestro descanso, nuestra paz, está sólo en Dios. Si como dice Salomón todo es igual aquí abajo, estudiamos, trabajamos, tenemos pareja, tenemos hijos. Sí, al principio puede ser maravilloso pero al final todo acaba siendo siempre lo mismo. Dios nos creó para mucho más que "sobrevivir" y tener una vida repetitiva como si de unos rituales predestinados se tratara.

Él nos creó para que nos alegráramos con Él y para estar gozosos, divertidos, para que fuésemos felices de verdad. Y eso sólo se consigue con Él. Entonces es cuando esta monotonía de aquí abajo cobrará sentido, porque nuestra vida será guiada por Él y bendecida también. Cuando estamos con Dios jamás existe la monotonía y el aburrimiento, estar con el Pensador, el Creador, el Arquitecto de todo el universo, del tiempo, de nosotros mismos es demasiado increïble para que tengamos una vida aburrida a su lado.

Así que yo veo ahí la "solución", la salvación a esta vida terrenal. Buscar la vida espiritual que es de Dios, y al que podemos llegar mediante Su Hijo, Jesús, que es el camino, la verdad y la vida (en toda la fuerza de la palabra, La Vida propiamente dicha).

que Dios os bendiga y ayude a invertir en la vida verdadera, la espiritual.

1 comentario:

Isma y Jordà dijo...

amén! la vida cristiana es una vida apasionante y nada monótona!
Dios os bendiga