jueves, julio 09, 2009

Eclesiastés 1:12-15

Ecc 1:12 Yo el Predicador fui rey sobre Israel en Jerusalén.
Ecc 1:13 Y di mi corazón a inquirir y buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo (este penoso trabajo dio Dios a los hijos de los hombres, en que se ocupen).
Ecc 1:14 Yo miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu.
Ecc 1:15 Lo torcido no se puede enderezar; y lo falto no puede contarse.

Siguiendo con el estudio de eclesiastés, hoy los versículos son del 12 al 15.

En el primer versículo hace una presentación. Jerusalén era la capital de la monarquía unida bajo Salomón, por tanto, Salomón se presenta como el rei de Israel, la capital del cuál es Jerusalén.

En el segundo versículo Salomón explica que ha buscado en la obra de los hombres, en las especulaciones, en el trabajo de este. El Predicador trataba de comprender la totalidad de la experiencia humana, en ese escudriñar combina un examen comprensivo con un análisis detallado de todo trabajo hecho por el hombre.

El tercer versículo nos habla de que Salomón vió todas las cosas que pasan en el mundo, es decir, habla de su totalidad, porque, al ser rey había podido inquirir en la experiencia del trabajo humano. Todo es vanidad y aflicción de espíritu se usa como refran para terminar los párrafos principales de la primera mitad del libro.

El último versículo del que hoy os hablaré dice que hay cosas que no comprendemos. El Señor tiene un plan con todo y muchas de las cosas que pasarán no las comprenderemos por culpa de nuestra mente finita. No tratemos de comprenderlas, aceptemoslas y confiemos en el Señor. La sabiduria humana nunca puede llegar a la sabiduria de Dios.

Que Dios nos bendiga y nos ayude a entender que debemos confiar en Dios y aceptar Su voluntad peses a que muchas veces no la entendamos.

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