viernes, marzo 28, 2008

No nos hagamos un Dios a nuestra medida

Hoy tenia otro salmo que esta mañana me ha gustado mucho pero he visto a un compañero hablando de Jonás, y como es un tema,en el cual trabajamos tanto quería dejar una pinzelada.
Lo que queria destacar es que a Jonás, Dios le dijo que fuera a Nínive (una ciudad que era conocida por su maldad) a pregonar. Jonás, con mucho miedo decidió irse en dirección totalmente contraria (fue a Tarsis, la actual España), durante el viaje en barco, Dios levanta una gran tormenta, los marineros del barco hechan suertes y deciden tirar del barco a Jonás. Un pez grande se lo traga y allí es donde se da cuenta que lo estaba haciendo mal. Entonces ora y le pide perdón. El último versículo de la oración dice así: "Yo empero con voz de alabanza te sacrificaré; Pagaré lo que prometí. La salvación pertenece á Jehová".

Entonces decide ir a Nínive y estos se arrepienten del mal que habían hecho, hay más, pero quiero quedarme aquí para hacer una serie de preguntas:


- ¿Obedecemos lo que Dios quiere?
- ¿Realmente si Dios quiere una cosa y nosotros no, huimos de esa cosa?
- ¿Por què los humanos somos tan infinitamente inteligentes (veáse ironia) que no aprendemos las cosas hasta que Dios nos da un aviso serio de verdad (el pez grande en el caso de Jonás)?
- ¿Mi vida está sujeta a lo que Dios quiere? ¿Tiene algún sentido?

Ahí lo dejo, que Dios en su infinita misericordia os bendiga

2 comentarios:

Isma y Jordà dijo...

creo que jordá tiene muchisima razón. Casi siempre hacemos lo que nos da la gana y nos vamos por el camino que queremos. Si no se es cristiano se ve normal hacer lo que uno quiere pero cuando ves que Dios es la verda y el buen camino y ademas no le haces caso... (mi caso por lo menosm uchas veces)... somos muy poco fieles por degracia :(

Anónimo dijo...

Hola!
Tienes mucha razón Jordá :)

¿Pero cómo sabes q estás haciendo la voluntad de Dios en tu vida?

Sólo estás seguro cuando vives continuamente en su presencia y lo buscas sin esperar nada a cambio, ni siquiera su bendición, porque sólo el simple hecho de estar con Él es suficiente. Y nuestra mirada debe estar siempre fija en Jesús y viviendo en su amor. Si vivimos así, no necesitamos nada más.

Si el Espíritu de Dios no es el impulsor de todos nuestros actos..., de nada sirve lo que podamos hacer para el Señor, y estamos entristeciendo al Espíritu.

Os animo a todos a entregar vuestras vidas cor completo al Señor, ¡gracias a Él somos libres! ¡Alabado sea por siempre!

Salmo 139: 23, 24

Espero que ésto te sea de bendición. Saludos :)