Bien, soy Jordà, he vuelto de unas pequeñas vacaciones, gracias por vuestras oraciones.
En el día de hoy quiero dejar un versículo que me impactó mucho estando allí y que me hizo recapacitar mucho, se encuentra en Romanos 9:20 y dice así:
Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? Dirá el vaso de barro al que le labró: ¿Por qué me has hecho tal?
¿Por qué me llamó la atención? porque cuantas veces, nosotros, vasos de barro, y yo me pongo el primero, le reclamamos cosas al Señor, le exigimos cosas. ¿Por qué tantas veces no somos conscientes de que somos vasos de barro y que seremos como el Señor quiere que seamos? El buen alfarero nos moldea, la cuestión es, ¿nos dejaremos moldear? o preferirimos automoldearnos. Estos dias pensaba, imaginemos un vaso de barro que intenta hacerse a si mismo, no puede, no tiene suficiente potencia, no tiene ese derecho. El Alfarero si lo tiene. El Señor tiene el derecho de moldearnos, Él, nos crea, y sobre lo creado (aunque posterior caída) nos moldea.
Hermanos, amigos, si le hemos conocido, no le exijamos nada en nuestras vidas, únicamente dejémonos moldear por Él, de esa manera se hará Su voluntad en nuestras vidas.
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