martes, julio 15, 2008

¿Sólo negarse?

Antes de empezar con el pensamiento espiritual quisiera comentaros que dentro de poco pondremos un link a otro blog. Es de un hermano de Chicago que contactó con nosotros hace poco, un buen hermano en la fe. Él tiene un blog parecido al nuestro y vamos a "colaborar" para llevar el evangelio hasta donde podamos. Dicho esto comentaré un versículo que llevo mucho tiempo pensando.

Mar 8:34 Y llamando á la gente con sus discípulos, les dijo: Cualquiera que quisiere venir en pos de mí, niéguese á sí mismo, y tome su cruz, y sígame.

Este versículo me gusta mucho, porque es uno de mis talones de aquiles, pero además porque sé que cuando logro superarlo obtengo vida nueva y maravillosa en el Señor Jesús. Supongo que a mucha gente le pasará, pero yo cuando me tengo que negar (y eso tienee que ser siempre si queremos que el Señor viva en nosotros) me encuentro una gran resistencia de mi mismo. És algo que siempre me ha costado mucho, y supongo que será porque el "yo" es demasiado fuerte.

No nos hemos de negar porqué sí, sino que lo debemos hacer si queremos seguir al Señor. Lo bueno es que, si nos negamos a nosotros mismos, el Señor vendrá a morar en nosotros y tendremos una vida nueva en Él. En cambio si no nos negamos dejandole el control de nuestro ser al viejo hombre o al "yo" seguiremos con pecado, frustraciones, etc.

El problema que yo tengo en este versículo está en la negación y en tomar la cruz, todo va junto. Esto significa que debemos dejar que el Señor gobierne nuestra vida con Su Espíritu Santo, siempre, dejando nuestros deseos, gustos, etc. a un lado. Esto de por sí ya es un handicap.

Y luego que debemos coger la cruz, que sería sacrificarnos a nosotros mismos. Incluso hasta llegar a la muerte, pues ¿que discípulos seríamos si no estuvieramos dispuestos a morir por el Señor que hizo lo mismo por nosotros? además todos sabemos donde iremos cuando muramos, al cielo con el Señor.

La conclusión es, que si queremos hacer lo que decía ayer Jordá en su entrada "para mí el vivir es Cristo" (lo decía Pablo), debemos negarnos a nosotros mismos, mirando siempre al Señor y Su voluntad y no la nuestra. Hemos de morir nosotros mismos, crucificar nuestro "yo" en la cruz con el Señor Jesús y dejar que el nuevo hombre o la neuva criatura que el Señor hace através de Su Espíritu Santo en nosotros sea la que mande en nuestro ser. Que el Señor sea nuestro Pastor siempre. Amén

Que el Señor os bendiga

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