miércoles, julio 23, 2008

El Dios de esperanza

Rom 15:13 Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.

Ayer asistí a un estudio de tarde/noche en la iglesia de Abrera que (vía vídeo) impartía un hermano que además de muchas otras cosas citó este versículo.
Creo que leyéndolo una vez ya está bastante claro lo que dice así que no me voy a enrollar mucho.

Primero trata al Señor como un Dios de esperanza. Y esto es verdad, tengamos el problema que tengamos, siempre hay esperanza en el Señor. Pues Él es todopoderoso y está por encima de todas las cosas, así que en cierta manera no tenemos de que preocuparnos si dejamos toda nuestra vida en sus manos.

Luego dice que nos llenará de gozo y paz en el creer. Osea por la fe tendremos gozo y paz en Él. Estamos en lo de siempre, no podemos agradar a Dios sin fe, como dice el versículo, el justo por fe vivirá. Por eso es tan importante la fe, porque lo que hace es poner nuestra confianza, aunque no le veamos, en el Dios de esperanza, es decir, el Señor Jehová.
El predicador dijo una frase que me gustó mucho, decía así:
"la paz no es la ausencia de problemas, sino que es la presencia de Cristo en medio de ellos"

Que frase más bonita y más real. Por muy cristianos que seamos no vamos a tener menos problemas, más diría yo (o por lo menos a simple vista). Pero si tenemos al Señor Jesús en nuestra vida, la paz y el gozo superarán con creces los problemas (aunque los estemos pasando y aprentemente no tengan solución, pues el Señor nos da ese gozo y esa paz que permanecen siempre).

La última parte se refiere al Espíritu Santo. Si sólo tuviéramos este gozo y esta paz creyendo, cualquier persona podria decir que estamos siendo autosugestionados, o que si creyeramos en otro Dios también tendríamos este mismo gozo y paz. Pero no.
Aquí el autor nos deja bien clarito mediante Quién conseguimos esto, y es mediante el Espíritu Santo. Este gozo característico que todo cristiano tiene, que le distingue de cualquier gozo terrenal, es el producido por el Espíritu Santo. Y de ninguna otra manera lo podremos tener, sentir, experimentar, si no es cuando hayamos creído en el Señor y Él nos limpie mediante su sangre derramada en la cruz habiéndonos confesado pecadores.

Me gustaría acabar con un versículo que comentó el predicador:

El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Juan.10:10

Que el Señor os bendiga

No hay comentarios: